El contacto de la mano humana la volvió como loca. Sintió como una especie de calambre que hasta ahora no había sentido. Tomo la mano que le acariciaba la cara y de forma intuitiva la coloco sobre sus pechos. DE golpe lo que en la Escuela no le habían enseñado ni venia en los libros de texto apareció con nitidez en la mente.
Dio un giro de postura el marino. Dominado por la fiebre del deseo quizo complacer a la que se le entregaba. La mirada febril que reflejaba la abstinencia de tantos meses cayo de pronto sobre la cola de sirena.
Dudo un momento. No sabia en este caso como hacerlo. La sirena novicia en amores, tampoco era ducha. Lo beso en los labios y el instinto le hizo besarle tanbien por todo el cuerpo.
Ella misma lo transporto e sus espaldas a donde estaba el barco. Tras las caricias y la charla habida ya conocía a los humanos. Con un fuerte golpe de la cola como el que le había arrojado al mar, subio al marino al barco.
Lo leí varias veces, todo lo que escribe me asombra.

Saludos