Como la leche contribuye al crecimiento físico hasta alcanzar la madurez, a la doctrina cristiana elemental se la compara a la “leche” que fortifica y hace crecer a los pequeñuelos espirituales, hasta que puedan asimilar “alimento sólido”, las verdades espirituales más profundas


El apóstol Pedro dijo a los cristianos:
“Como criaturas recién nacidas,
desarrollen el anhelo por la leche
no*adulterada que pertenece a la palabra”.

¿Con qué propósito?
Para que puedan continuar creciendo,
no*simplemente a la madurez,
sino “a la salvación”,
es decir,
hacer que su llamamiento
y selección sea algo seguro para ellos.
(1Pe 2:2; 2Pe 1:10.)