Ayer, Oiwo me invitó a comer y mientras estábamos encantados disfrutando de la comida y la plática, el comensal de la mesa adjunta eructó sonoramente y gritó: "I beg your pardon!".

Confieso que eso me arruinó la comida... y la cara de Oiwo pidiéndome que quitara mi cara de circunstancia.