Cita Iniciado por María_Laura3 Ver Mensaje
Así es, Porque77. Y como los mandamientos del Evangelio mandan que los ricos vendan todo lo que tienen y lo den a los pobres, entonces las religiones que justifican la desigualdad enseñan que no hay que guardar los mandamientos del Evangelio. De este modo, no son fieles a lo que Jesús enseñó. ¿Cómo pueden llamarse cristianas?

A si es Laura y Esperanza:

Cuando Dios entregó la Ley a su pueblo en tiempos de Moisés, les había dicho: "NO MATARÁS" (Éxodo 20:13). Luego, los judíos se olvidaron de este mandamiento de Dios tan importante y en el viejo testamento escribieron que Dios les había mandado aplicar penas de muerte.

Antes de Jesucristo, el pueblo vivía en tinieblas, pues la desigualdad, las penas de muerte y los castigos terribles eran un infierno para los pobres y humildes. Los dictadores del pueblo ataban cargas tan pesadas sobre los hombros de los pobres, que nadie podía soportarlas. Los profetas descubrieron que los poderosos y escribas habían cambiado la Ley y así dejaron escrito:

"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).

"Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos"
(Isaías 10,1-2)

"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).

Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de hombres:

"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres".
(Mateo 15,7-9

Jesucristo volvió a enseñar a su pueblo los verdaderos mandamientos de Dios, y estos mandamientos escritos en el Evangelio así dicen:

"No matarás" (Mateo 19:16-22)

Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40)

"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )

"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22)

"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14)

Jesucristo venía a restablecer la verdadera Ley de Dios, y así es como el pueblo, que estaba en tinieblas porque no conocía los verdaderos mandamientos de Dios, vio una gran luz:

"El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció".
(Mateo 4:15-16)