Los católicos están acostumbrados a poner la otra mejilla, lo saben muy bien los antirreligiosos marxistas de Podemos. En los últimos días han tenido que ver como unos titiriteros violan y apuñalan a una monja con un crucifijo ante un grupo de niños, y cómo, en un acto cultural y con los aplausos de la alcaldesa de Barcelona, se ofende a los católicos con una oración sacrílega.
http://www.intereconomia.tv/2016/02/...icen-gora-eta/
Han cruzado una línea roja que jamás se atreverían a cruzarla con otras religiones.
Si son católicos, todo vale, pero la paciencia se agota…
Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?
Saludos.