Se ve que no conoces el Evangelio, porque Jesucristo sí que abolió muchos mandamientos del viejo testamento judío, y eso lo puedes ver en las siguientes citas del Evangelio:
En Mateo 5:31-48 podemos ver cómo Jesucristo anuló muchos mandamientos del viejo testamento. En Mateo 12:1-8 se puede ver que Dios no quiere sacrificios, mientras que el viejo testamento nos habla de que Dios habia mandado muchos sacrificios. En Mateo 20:25-28 Jesucristo deja abolida la esclavitud, pues el viejo testamento estaba cargado de leyes que justificaban la esclavitud. Y tambien en cuanto al dia de reposo (Juan 5:8-11, Juan 5:16-18), Jesucristo dejó abolidas las costumbres crueles de matar a las personas que hacian algun trabajo en dia de reposo, pues enseñó que las obras de caridad se podían hacer en día de reposo. En Juan 8:3-11, también podemos ver que Jesucristo abolió la ley que mandaba matar a pedradas a las mujeres acusadas de adulterio.
La verdadera Ley de Dios es la que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que así nos dice:Iniciado por Porque25
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Y esta Ley también la enseñó Jesucristo en mandamientos, que así te dicen:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)
Estos son la Ley y estos los mandamientos de Dios, pues Jesucristo es Dios, que vino a enseñar a su pueblo los verdaderos mandamientos de Dios. Y los mandamientos de Jesucristo dejaron abolidos muchos mandamientos del viejo testamento, como también enseña el Evangelio.