Ni elijo las mejores poses ni los mejores escenarios ni trato de aparecer de la mejor manera. Con que la foto no salga movida me conformo y me da lo mismo tomarme la foto en el establo, en mi sillón favorito o cuando estoy en la calle. Mi sobrina me dice que mis fotos deberían ser más "kawaii", pero es algo que no me interesa mucho.
La tan llevaba y traída belleza, no considero que sea mi mejor carta de presentación: tengo otras. Crecí pensando que bonita era sinónimo de tonta y desde que recuerdo, supe que no quería ser una "muñeca bonita". (Por eso nunca participé en los concursos de belleza de mi tecnológico). Soy más que un buen aspecto, sólo soy receptora de estos genes y no tengo ningún mérito por eso.
Nunca he tenido que esforzarme para gustar, debe ser por eso que me esfuerzo tanto en disgustar. Afortunadamente tengo una buena autoestima, creo que si fuera diferente físicamente, también me haría las fotos que me hago. Ojalá la superficie importara menos, siempre me he sentido afectada por la superficialidad.
Las uñas perfectas se fotografían el día de la manicura o ya no funciona, las gafas de sol, las verás sexis, pero para mí son funcionales y creí que mi cabello te parecía "asilvestrado".
Y no sé porque no pones fotos, tengo amig@s de todos colores, sabores y mucho aprecio por si mism@s, como para que les importe no ser unos adonis o afroditas.
La "belleza" está sobrevalorada, he dicho. Siempre alucino con este tema.