En mi país, suele ser algo complicado dedicarse a mis sueños. Por mi familia, ya sea mi vieja o hasta mi hermano, quieren que puro trabaje y gane dinero aunque sea humillándome lavando platos, barriendo, lo que sea, pero quieren ver que produzca dinero, que es lo unico que les importa a la gente.
Mi sueño es hacer cine o televisión. Escribir historias y llevarlas a la pantalla, con actores de carne y hueso, grandes paisajes, vestuarios, con todo el arte y el profesionalismo que ello implica, pero como en todos lados, el problema es el financiamiento. Y ahí me debato entre la vida y la muerte de un artista: o soy un quijote y lucho contra los molinos de viento o aterrizo a la realidad en una vulgar oficina o tienda, para ganar un maldito sueldo digno y "mantenerme económicamente solo".
En Chile existe mucho clasismo. El artista o el hecho de no trabajar en una empresa, te hace ser un vago o escoria del sistema a los ojos de los dueños del mundo. En la televisión suelen trabajar artistas que provienen de familias adineradas y el resto: haga su pequeña y mediana empresa sólito.
Mi vieja se preocupa, mi hermano se enoja porque no trabajo, y mi cuñada siento que me menosprecia porque no trabajo.