La madurez se asocia, generalmente, a la edad cronológica y a los años de experiencia en la vida, pero cuando se trata de madurez emocional, la edad puede tener poco que ver en ésto.

Para mí, lo verdaderamente atractivo de un hombre de "cierta edad", es que haya alcanzado la madurez emocional de conocerse, aceptarse y amarse a sí mismo, de saber con claridad lo que quiere, piensa y siente de forma coherente, que ya tenga una identidad desarrollada, que ya sepa con claridad quién es y sea fiel a sí mismo y a sus valores y que viva y se comporte de acuerdo con ello y no según las modas o lo que dicte el grupo al que pertenece; que tenga un equilibrio entre la razón y las emociones y, aunque pueda optar por dejarse llevar por uno u otro aspecto, según lo prefiera, sea capaz de elegir en vez de verse dominado por las emociones o tratar de controlarlas recurriendo exclusivamente a la razón.

Y sobre todo, que tenga una autoestima sana que le permita reconocer sus virtudes y sus fallos y aceptarlos tomándose a sí mismo con sentido del humor cuando haga falta.

Y generalmente los hombres así, tienen la mezcla perfecta entre experiencia y conocimiento de las mujeres y saben bien cómo comportarse con nosotras y eso los hace bastante atractivos e interesantes.

Con los hombres sucede como con los vinos, la edad agria los malos y mejora los buenos.


Hay algunos cincuentones que...