-He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto; es un intento de colonización del otro. (Saramago)
No pretendo cambiar el mundo pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia..Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
¿Más que la profesora catedrática Doctora presitigiosísima Doña Carla Prestigiácomo titular del departamento de comunicación de la Univerdidad de Palermo?:blink:Estoy ansioso por conocer esas técnicas tan avanzadas de marketing. ¡¡¡Por Dios que no sea con memes infantiles o muñecajos de los Simpson. ¿O era los Simplóns?
Te agradezco lo de bello, pero si a ti te gusta.....mi depresión entra en un estado de profundidad tal que su cura se hace compleja.
Platica platica, a ver si tenemos los resultados de esa plática lo antes posible.
Gracias Prince, tú siempre subiéndome la autoestima.![]()
No te mares Mikjael, no hay dos comunistas iguales. Todos son más genios que el vecino y mucho mejores entendiendo lo que decía Marx, que por lo visto está tan claro que hay 124.000.000 de interpretaciones que es igual al número de comunistas en el mundo. Todo un ejemplo de caridad y clarividencia.
Ya lo decía Don Ferna: Marx está a la altura de Platón, Sócrates o Bart Simpson.
Eso sí, no verás a ni un sólo marxista que no sea un Ateo Militante y que lo disimule sin saber disimularlo.
-He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto; es un intento de colonización del otro. (Saramago)
No pretendo cambiar el mundo pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia..Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
La explicación es muy sencilla:
El Ateo Militante marxista por definición, es un ser doliente de sí mismo. Tendente a la baja autoestima y con tentaciones suicidas por depresiones y demás. Es un tipo con cierta inclinación espiritual que no sabe encauzar y que piensa que la encuentra en el marxismo.
Esa espiritualidad mal entendida sumada a un profundo egoísmo, hace que recele del mundo y de sus bondades. Para él, la fortuna, la inteligencia, el bienestar de los demás o el éxito del prójimo se convierten en un insulto y una agresión hacia él. De ahí que al ver a una persona centrada con una fe bien entendida que le impulsa a su mejora personal, se sienta menospreciado y agredido.
El Ateo Militante no lucha contra los creyentes, lucha contra su propio interior y contra su propia insignificancia y trata por medio de la violencia física o verbal, imponer algo que por medio de la razón o la inteligencia no puede.
-He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto; es un intento de colonización del otro. (Saramago)
No pretendo cambiar el mundo pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia..Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
-He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto; es un intento de colonización del otro. (Saramago)
No pretendo cambiar el mundo pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia..Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!