Chatea gratis con amigos de todo el Mundo
-
LA MAGIA EN LA RELIGION
Veamos ahora lo que nos dice el señor C. W. Leadbeater
sobre la Magia en la religión.
Con respecto a la Magia de mandato, hallamos abundantes huellas de la misma
en las ceremonias de casi todas las religiones del mundo. Las podemos ver en las
religiones del Budismo, de Egipto y del Cristianismo. Es bien sabido de los estudiantes
de ocultismo práctico que de todas las substancias el agua es una de las que
con más facilidad puede saturarse con su propia fuerza.
Se puede conseguir muy fácilmente, que el agua absorva cualquier clase
especial de influencia y que la conserve durante un largo periodo de tiempo.
Se sabe, que puede ser fácilmente saturada de cualquier clase de magnetismo,
ya sea que se destine a producir resultados benéficos, o malvados, como se ve
en los diversos experimentos mesméricos descritos en todos los libros que tratan
de este asunto.
Este hecho era bien conocido por los que establecieron las ceremonias de la
iglesia cristiana. Hoy al entrar a cualquier templo católico hallamos a la puerta
una pila de agua bendita, y se puede observar que los fieles cuando entran
mojan sus dedos con ella y hacen la señal de la cruz sobre sus frente o pechos.
Si se les pregunta acerca de esta fórmula, dirán que es para purificarse o
prepararse para la Misa. El ignorante y pretencioso protestante considera esto
como pura superstición, pero con ello, como de costumbre, sólo demuestra
que nada sabe acerca de este asunto.
Cualquier estudiante de ocultismo que se tome la molestia de leer el Ritual Romano
la formula empleada para bendecir el agua, se quedará sorprendido al notar
que es una verdadera ceremonia mágica. Cuando el sacerdote bendice el agua,
la escoge que sea bien pura, así como elige tambien sal pura, y da principio
a su labor por un proceso que se llama el exorcismo de la sal y del agua,
debiendo recitar ciertas fórmulas que, si se les llama oraciones, son en realidad
conjuros de la más enérgica clase. El sacerdote conjura la sal y el agua en los
términos más enérgicos, ordenando que todas las malas influencias sean expulsadas
de ellas a fin de que queden limpias y puras, y mientras habla coloca una y otra vez
su mano sobre los vasos que contienen el agua y la sal.
Despues de expulsar toda impureza o influencia mala de ellas, el sacerdote
lo magnetiza enérgicamente para un fin particular y determinado.
Una vez más recita los más enérgicos conjuros, y en tanto que profiere estas
potentes palabras, hace repetidas veces con su mano la señal de la cruz sobre
los elementos, conservando constante y persistentemente en su mente el deseo
de bendecir. El sacerdote satura el agua y la sal con su propia influencia magnética,
y las destina por medio de su voluntad para un objeto especial y determinado,
de modo que, donde quiera que esta agua sea vertida, toda mala influencia
o malo pensamiento debe desaparecer ante ella. Haciendo por último un esfuerzo final,
mezcla la sal con el agua dejándola caer en forma de cruz, y de este modo termina
la ceremonia.
El agua bendita se emplea en muchas otras ceremonias de la Iglesia.
En el bautismo el agua se bendice cuidadosamente antes de dar principio a la ceremonia,
y hasta en el culto anglicano encontrarán huellas de esto, pues el sacerdote ruega
que el agua sea santificada para el místico lavatorio del pecado y cuando pronuncia
estas palabras hace la señal de la cruz sobre el agua que debe ser empleada.
Lo mismo sucede con todos los instrumento de la Santa Misa todos son bendecidos
de igual manera con potentes conjuros mágicos. Así mismo pasa cuando el obispo
impone sus manos sobre un candidato a sacerdote y los demás sacerdotes presentes
pasan una poderosa corriente de devoción que ayudan a fortalecer la confianza
del recién ordenado sacerdote en los poderes que le han sido conferidos.
El estudiante de ocultismo sólo ve en esto manifiestas reminiscencias del tiempo
en que la magia práctica era perfectamente comprendida por la Iglesia.
Antiguamente la gente no sólo era menos escéptica, sino tambien menos ignorante,
y los que dirigían el ritual de la Iglesia sabían perfectamente lo que llevaban entre manos.
Ignacio el Mago
Última edición por Elohim00; 29-ago.-2015 a las 17:24
Normas de Publicación
- No puedes crear nuevos temas
- No puedes responder mensajes
- No puedes subir archivos adjuntos
- No puedes editar tus mensajes
-
Reglas del Foro