¡Ay Frank!
Lo que deberías tratar de recuperar, es la sensatez. Lo de esa chica me suena a mí más a un espejismo quimérico al que quieres aferrarte aún cuando la lógica y las evidencias demuestran que no es una buena idea, que a otra cosa.
Dile a la chica, y sobre todo repítetelo a ti mismo hasta convencerte: "Colorín colorado, fuiste puro chat y teclado" y ¡avanza!.
Estoy muy de acuerdo con este consejo. Te leo con una dependencia poco sana a internet; por timidez, desidia o comodidad, estás queriendo sustituir la interacción social normal que debería tener un joven de tu edad, con una pantalla y eso no te va a llevar a buen puerto.
En otro post te quejabas de que nunca puedes hacer lo que quieres y lo que yo leo es que, lejos de tomar buenas decisiones, tú te autosaboteas; recuerda que si sigues haciendo lo mismo, no puedes esperar obtener resultados diferentes.
Tienes que obligarte a ti mismo a salir más y pasar menos horas pegado a la pantalla. La vida está ahí fuera, las mujeres reales y posibles que te quedan por conocer están ahí, fuera de tus cuatro paredes. Piensa en las cosas que te gusta hacer (además de chatear) y hazlas más a menudo; haz deporte, cómprate una mascota y sal a pasearla, apúntate en algún curso de algo que te guste, búscate alguna actividad en la que puedas ayudar a los demás (muchas veces dejar de estar tan centrados en nosotros mismos y “darnos” de algún modo a los demás, nos puede resultar muy beneficioso), apúntate en clases de baile de salón, qué se yo. Hay mil formas de crecer como persona, en conocimientos y en felicidad, que encima te pueden ayudar a ampliar tu círculo social y conocer nuevas amistades y chicas "de carne y hueso" con valores e intereses afines a los tuyos. Seguro que encontrarás a más de una con quien ir a beberte un mote con huesillos
La vida se pasa muy rápido; lo que hoy tenemos mañana ya no está y hoy, tú, además de juventud, tienes todo el potencial para ser pleno y feliz.
Lo que te falta es creerlo y ponerte manos a la obra para ir a por ello. El mundo es de los decididos y cada uno es responsable de su felicidad o infelicidad.