LOS TEURGOS DE LA ESCUELA DE ALEJANDRIA



Los grandes filosofos neoplatonicos y teurgos de la
antiguedad fueron: Ammonio Saccas, Plotino, Porfirio,
Jamblico el Grande y Proclo.


Ammonio fue el fundador de la Escuela de Alejandria.

De Plotino se sabe que en el principio no le interesaba
la Teurgia; pero termino convirtiendose en uno de los
teurgos mas famosos de su tiempo.

Porfirio fue escritor muy notable y adquirio fama
por su controversia con Jamblico, respecto a los
peligros inherentes a la practica de la Teurgia.
Pero al final, termino convirtiendose a las creencias
de su adversario.
Los Padres de la Iglesia consideraban a Porfirio
como el enemigo mas acerrimo y mas irreconciliable
con el Cristianismo.

Jamblico fue el mas grande de los teurgos y filosofos
neoplatonicos. Se le considera como el fundador
de la Magia Teurgica. Jamblico practico la Magia
Ceremonial. Jamblico enseño que la Teurgia es magia
benefica, y se convierte en goetica, o sea magia negra
y maligna, cuando se emplea para fines egoistas.
Mas la magia negra jamas ha sido practicada por ningun
teurgo. En una ocasion, Jamblico se elevo a una altura
de diez codos sobre el suelo.

De Proclo se sabe que poseia extensos conocimientos
de las ciencias naturales y de la Teurgia.


A la Escuela de Alejandria, tambien llamada neoplatonica,
pertenecieron tambien: Teodoro el Admirable, Sopater,
Maximo el Mago, Juliano el Apostata, Edesio y muchos
otros.

De Edesio se sabe, que empleando una formula de
Jamblico, se le aparecio un fantasma que le recito
un oraculo en versos hexametros.


La divina luz de la Teurgia no tardo en apagarse
ante el fanatismo e intolerancia de los obispos de la
Iglesia Cristiana triunfante. Al advenimiento del
emperador Constantino, el Cristianismo prevalecio
en Roma, y entonces la Iglesia convirtiose de perseguida
en perseguidora.

Se apoderaron los obispos del poder civil; destruyeron
a sangre y fuego a los gnosticos y a los teurgos;
aniquilaron las antiguas creencias y, como algunos
filosofos intentaran resucitar sus creencias, se les
persiguio como fieras, viendose obligados a huir.
Se decreto que todos debian pensar como la
autoridad eclesiastica, y la inmensa noche de la
Edad Media cayo sobre el mundo.




Ignacio el Mago