Cuando fuimos detectives

[Zamiel]

Cuando fuimos detectives mi cuñado y yo quiero contar.
Yo me hice detective pá ligar, igual que los detectives de película. Y a mi cuñado lo contraté porque como era de la familia pues no le pagaba. De vez en cuando le daba un bocadillo, pero de escombros, o un petisuis, y le metía una morcilla dentro, que de bruto que es ni se entera, y mi me alegra el día joderlo.

El caso es que nos contrataron para cuidar los regalos de una boda de tronio en una mansión señorial. A mi cuidar cosas me aburre bastante, así que puse a mi cuñado a vigilarlos:

- Tu vigila los regalos- le dije.
- ¿Y tú que harás? - replicó el muy pánfilo.
- Yo te vigilaré a ti mientras vigilo a la señora, que está pero que bien para ser vigilada.
- ¿Y a ti quién te vigila entonces?
- Buena pregunta. Este trabajo está empezando a ser demasiado para solo dos personas.

Encontrándose con la señora:
-¿Que hace Vd con el abrigo puesto?. ¿Déselo al mayordomo?- comentó.
- No puedo darselo, no es mío, es del único amigo que me queda. Un hombre noble al que creo que no volveré a ver nunca más.
- ¿Por qué, dónde está?
- Pues debe estar buscando su abrigo.

Entonces apareció el mayordomo que con gran sofoco gritaba:
- ¡¡¡Los regalos, han desaparecido los regalos!!!. ¡Los han robado!
- ¿Robado? ¿Dónde está mi ayudante? ¡Rápido, búsquenlo!
- Aquí estoy, jefe. ¿Cómo se las va arreglando?
- Escuche, creo que le dije que vigilara los regalos.
: Eso es precisamente lo que estuve haciendo.
: ¿Lo ve, señora? No tiene por qué preocuparse.
: Pero, señora, los regalos han desaparecido.
- ¡Desaparecido! - dijo la señora- ¿Cómo ha sido posible?

- Eso que usted dice es muy interesante señora, muy interesante. Tal vez pueda desvelar el enigma.- le dije a mi cuñado
- Claro que puedo desvelarlo. Pero si no nos damos prisa en salir de aquí, a quienes van a desvelar es a nosotros, y además a golpes.
- Pero yo les contraté para vigilar los regalos, y resulta que han desaparecido en sus mismísimas narices. No es posible que los hayan estado vigilando. ¿Cómo ha podido pasar? ¡Contéstenme! ¡Contesten!
- Conteste a esta encantadora dama y le daré un par de monedas para que se compre una caja de matarratas. ¿Vigiló usted los regalos?
-: Los vigilé como un sabueso, jefe. Pero apareció un tipo grandullón. y entró en la habitación mientras yo los vigilaba...
-: Sí...
-: Entró y cogió los regalos mientras yo seguía vigilándolos...
- Sí...
-: Los sacó por la ventana, los puso en una camioneta y yo seguí vigilándolos...
- Sí...
-: Pero cuando la camioneta se puso en marcha... ya no pude vigilarlos más.
-: Es usted un genio. Ve señora como si que los vigilamos. Y ahora, señora, ¿qué hay de nuestros 500 euros?...

[Violetta]

Jajajajajaja que brutos!!!!!