
Iniciado por
Oiwa
No es por presumir, pero mi historia de amor conmigo misma tiene tintes épicos...

El amor profesado a sí mismo y únicamente a sí mismo es una maldición pues está condenado a no consumarse. Ya viste lo que le sucedió a Narciso??
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.