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En la actualidad, el consumidor elige alimentos sanos, de calidad, variados, de buen sabor y listos para consumir. Busca bienestar psicofísico, porque ya se sabe que vale el dicho "Dime lo que comes y te diré quién eres" pues según lo que ingerimos será nuestro estado de ánimo, la claridad de nuestros pensamientos, etc.

Existen recubrimientos que protegen los alimentos y son también comestibles. Algunos son naturales, como por ejemplo la piel del tomate o la cáscara del zapallo, pero otros son artificiales pues se están incorporando en la industria alimenticia en la medida que la ciencia y la tecnología van aportando datos nuevos.
Los productos frutihortícolas llamados de "IV gamma" que son los cortados, preparados, lavados, envasados y listos para consumir, son a los que apunta la tecnología en estos momentos.

Estos recubrimientos, tanto naturales como artificiales, sirven para proteger los alimentos creando una barrera con la atmósfera, enriquecerlos y/o hacerlos más sabrosos. Todo manteniendo su frescura como es el caso de manzanas y patatas IV gamma, pues usando recubrimientos con antioxidantes se consiguió alargar en 13 días la vida útil
de la manzana y en 9 días la de las patatas.