Iniciado por
Rusko
Hombre..., es un mensaje de esperanza. El ateo militante no es un ignorante cualquiera o una persona que “no conozca” la posibilidad de que un dios pueda existir como existe el universo mismo. El ateo militante es una persona convencida de algo que solo por fe podría conocer: la inexistencia de Dios. Tener fe en la “inexistencia” es para echarle muchos collons... con lo que se demuestra que los ateos militantes tienen algo en su interior que les reconcome por dentro y que, ante el hecho religioso que cualquier persona “no militante” no tendría por qué reaccionar negativamente, el ateo militante echa espumarajos por la boca como la niña del exorcista. Es “odio a la fe”, que lo basan en traumas psicológicos no superados (el de etanol es de libro. Cuanto malo le ha hecho el franquismo...), cuando las personas agnósticas normales sencillamente “pasan” del hecho religioso, lo ignoran o solo toman lo que les interesa obviando lo que no. Pero no, el ateo militante es furibundamente dogmático, no solo no ignora el hecho religioso sino que lo tiene muy presente, presentísimo. Su deseo sería que desapareciera toda mención a la religión, que lo único que denota es un alma totalitaria (¡huy lo que he dicho!. He dicho alma...). Pos güeno...... Como en los creyentes en Dios, en los ateos militantes también hay grados, claro. El fervor religioso (antirreligioso, en este caso) no es igual en todos... Y, por supuesto, el ateísmo no existe. No hay panacea. Existen los ateos militantes, y los agnósticos que “no saben”... Para los ateos militantes, no hay panacea de nada.