
Una voluntaria inglesa de Madrid 2011, cuenta cómo la JMJ le cambió la vida.
(frases seleccionadas de una entrevista)
"La experiencia de la JMJ en Madrid ha impactado mi vida mucho y en diferentes formas. Primero que nada estar físicamente ahí, fue como un golpe al sistema. Creo que antes de llegar a Madrid no sabia qué iba a encontrar ni cómo iba a ser, y en mi mente pensé que iba a ser parecido a lo que hay aquí en casa, ¡pero no! me encontré con una iglesia joven, viva y con mucha energía. Me encontré con una visión de la iglesia que es la iglesia de Cristo y eso es muy fuerte porque cuando uno ve eso claramente con sus propios ojos, el Evangelio se hace real, la propia Fe se hacer real e incluso me atrevería a decir que es como que Dios me regalo una visión de lo que seria la eternidad."
"En Madrid, la primera Catequesis que atendí fue Viva La Vida, organizado por los Provida Irlandeses Youth Defence. Esa catequesis me cambio la vida ya que, por decirlo así, antes yo era provida por tradición pero realmente no existía en mi convicción ni pasión. Pero después de esta catequesis, y al recibir formación tanto moral como científica, me abrió los ojos y desde entonces soy una activista provida. Para mi fue una celebración a la universalidad de la Iglesia y me ayudo a entender su inmensidad, que aunque te la expliquen, uno no lo entiende hasta que lo vive."
"Personalmente después de Rio no se lo que Dios me pida hacer. Me encantaría cristalizar el trabajo de las Jornadas Mundiales de la Juventud en un website Britanico especialmente dedicado a esta, pero en este momento no lo tengo claro."
"Las JMJ son una oportunidad para salir de uno mismo, tanto el entorno físico como espiritual y así vivir una experiencia única y nueva. Primero que nada, con Dios, ya que con El todas las experiencias son nuevas. El tiene una forma especial de regalarnos momentos que son únicos en nuestra vida - solo tenemos que darle nuestro tiempo que es lo que se hace al ir a la JMJ."
"Segundo que nada, ya que en la JMJ no se esta en el ambiente normal, te hace ser mas abierto con el otro, entonces uno conversa y comparte con todo el mundo. Así uno se da cuenta de que uno no esta solo, que vivimos la misma fe y que además tenemos similares inquietudes y problemas. Esto es particularmente apreciado en el mundo secular en que vivimos - donde la fe, creer en Dios o los valores cristianos no son comprendidos."
Inmaculado Corazón de María, ¡sed mi salvación, Madre Mía!