¡Coño!, pues claro, y mucho poder, y lo sigue teniendo en muchos países cristianos (católicos, normalmente). Ese poder de influencia que tanta envidia os da a los “sindiós”, y que incluso con sangre quisieron conseguirlo, sin resultado. Poder de influir, mucho, pero no todo, lo ha tenido…, y lo sigue teniendo la Iglesia (me imagino tu frustración cuando todas las portadas de los periódicos daban la noticia de la renuncia de Benedicto XVI y la elección del papa Francisco. Ese poder os exaspera… Sigue vigente). Seguimos con la Iglesia con poder de influencia, también como en el pasado… menos cafres por aquello de las “extinciones” de otras religiones (como el rinoceronSí, el cardenal Cisneros, Richelieu (el amigo de tu cardenal Segura, jojojo

), el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo (el padre de los paraguayos, jojojo

, o por lo menos de unos cuantos)…, pero no era la Iglesia la que detentaba el poder, porque eso solo lo ha hecho en el Vaticano y no como el poder espiritual que le fue dado del Cielo, sino con un poder territorial dado por las circunstancias de la Historia (y para tener su independencia respecto a las naciones, cosa que viene muy bien…, aunque no siempre haya tenido éxito). Ah, ¿que me decías del poder de influencia de la Iglesia en los poderes seculares?. te negro, que se ha extinguido…

), pero sí, la Iglesia bastante poderosa. Las “extinciones” la dejamos para los sindiós, no en el siglo XI, sino hace menos de uno (siglo). La eficiencia “exterminadora” de los ateos es notoria.