Cita Iniciado por roberso Ver Mensaje
EL APOCALIPSIS IV

LAS SIETE IGLESIAS DE ASIA:

Esta parte del Apocalipsis que vamos a tratar, es una profecìa y un mensaje para las siete iglesias de Asia. No es un mensaje, ni una profecìa para las iglesias judeocristianas de la actualidad, como muchos pretenden.
Eso està bien definido en Apocalipsis 1: 11: “Escribe en un libro lo que ves, y envìalo a las siete iglesias que estàn en Asia: a Efeso, Esmirna, Pèrgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.”

Juan comprende esto, y en su salutaciòn contenida en Apocalipsis 1: 1, dice:
“Juan, a las siete iglesias que estàn en Asia.”
Si Juan captò el mensaje y lo cumpliò; es improcedente que se trate de explicar que era un mensaje a las iglesias judeocristianas de la actualidad.
Tambièn, si el que le presenta los mensajes a Juan hubiera querido eso, lo hubiese especificado. El mensaje, insistimos, es para las siete iglesias de Asia que nombramos anteriormente. ¿Por què? Porque cada una de ellas adolecìa de fallas bien explìcitas en el mensaje.

Hay una contradicción de Juan sobre quièn le da el mensaje. Dice en Apocalipsis 1: 1, que Dios se lo dio a Jesùs, y que Jesùs lo declarò a Juan enviàndoselo con su àngel que es quien se lo entrega a Juan.
Sin embargo, en Apocalipsis 1: 9 al 18, describe como si fuera Jesùs el que da el mensaje al decir el personaje cosas como: “Yo soy el alfa y la omega.” “El que vive y estuvo muerto.” “Soy el primero y el ùltimo.”, etc.

Tambièn dice Juan en Apocalipsis 1: 13: “Y en medio de los siete candeleros, a uno semejante AL HIJO DEL HOMBRE.”
Semejante quiere decir parecido. No quiere decir la misma persona. No hay descripción en los Evangelios de Jesùs “con el pelo blanco como la lana, como nieve; y con sus ojos
como llamas de fuego, y que le saliera una espada de su boca.” Esta visiòn es claramente una alegorìa, y vaya usted a saber lo que significa.

Leyendo lo que dice este personaje, que Juan lo presenta primero como àngel, luego como Jesùs, después, solamente parecido a Jesùs, concluìmos que no puede ser Jesùs por su apariencia y tampoco por la manera de expresarse. No al Jesùs de los Evangelios.
Este personaje “parecido” a Jesùs en el Apocalipsis es amenazador y castigador, a tal punto de usar al diablo como instrumento de temor.

Hay dos cosas comunes en los siete mensajes para las siete iglesias de Asia. En cada uno de ellos, la apertura es: “Escribe al àngel de la iglesia de tal sitio.”
Como no està bien definido por Juan quièn es el que da el mensaje, si es el àngel de Jesùs, o el propio Jesùs; ¿por què tiene que solicitarle a Juan que escriba al àngel de tal o cual iglesia? ¿No podìan, el àngel de Jesùs o el propio Jesùs comunicarse con estos àngeles directamente? Nada raro hubiese tenido el que le dijera: Escribe al director o al jefe de tal o cual iglesia, pero,……….¿al àngel?.............. ¿al protector espiritual?

La otra cosa comùn en cada uno de los siete mensajes a cada una de las iglesias de Asia es que finalizan diciendo: “El que tiene oìdo, oiga lo qu EL ESPÌRITU dice a las iglesias.”

Este final en cada mensaje complica màs el asunto sobre quièn envìa los mensajes. Juan dice que era el àngel de Jesùs, pero que se parece a Jesùs cuando en realidad su descripción del parecido con Jesùs no concuerda con los Evangelios. Pero ahora resulta que el que envìa los mensajes se califica a sì mismo como EL ESPÌRITU.
Un àngel es un espìritu perfecto. Pero un espìritu puede ser bueno a malo, según su calidad espiritual, pero en ningùn momento la calificación de bueno, quiere decir que sea perfecto, o santo, y menos àngel.

¡Insistimos! Si es un espìritu el que envìa los mensajes a los siete àngeles de las siete iglesias de Asia, ¿por què no les da èl sus mensajes, de espìritu a espìritu y le pide a Juan que les escriba? Los àngeles y los espìritus estàn en una misma dimensiòn: La dimensiòn espiritual. La dimensiòn incorpòrea. ¡En fin!

Pròximo escrito en este mismo tema: EL APOCALIPSIS V
Muy buena pregunta sobre las siete iglesias de Asia.... y su Espiritualidad que yo creo que provenía de las alucinaciones generadas por el tan famosillo láudano.

El opio o extracto de las cápsulas de adormidera (Papaver somniferum) es una de las primeras sustancias farmacológicamente activas de la que se tiene noticia.En el siglo III antes de Cristo, Teofrasto se refería al jugo de adormidera.