MANANTIAL DE AMOR (Oración y meditación para católicos)

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Difícil tarea te ha tocado, Señor. Tener que amarnos entregándonos cruces para nuestro bien, sabiendo que no las vamos a entender, que vamos a quejarnos, a dudar de tu amor o de tu existencia porque queremos hacer siempre lo que nos gusta. Encima que mueres por nosotros, que nos amas a cada instante, que nos cuidas y provees de todo sin que nos falte de nada, ni siquiera lo "malo" que tanto necesitamos y que no entendemos, encima que cada uno de nosotros es lo más importante para ti, no tienes ni siquiera el consuelo de que te digamos gracias cuando nos tienes que administar esas medicinas amargas para las cuales hemos venido al mundo, para aprender a amar sufriendo y poder entrar en tu felicidad eterna y gloriosa, con nuestros seres queridos y para siempre. Ten paciencia, Señor, somos niños pequeños rebeldes, ignorantes y llenos de miserias y pecados, lo único que damos es asco, pero tú nos amas porque eres El Amor. Perdónanos porque no sabemos lo que hacemos. Haz que tu Madre, que es la nuestra también, nos enseñe a darte las gracias por todo, sobre todo por lo que creemos "malo". Amen.

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"Jesús enseña a sus apóstoles que Dios puede hacer cosas buenas e incluso prodigios fuera de su entorno. Se puede colaborar con el Reino de Dios de diversas maneras."

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El Papa, en la homilía de hoy, invita a fijar los ojos en el Señor Jesús, «coronado de gloria y honor por su pasión y muerte» (Hb 2,9)

El crucifijo es por excelencia el signo distintivo de quien anuncia el Evangelio: signo de amor y de paz, llamada a la conversión y a la reconciliación

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"Sé siempre dulce y tranquila. El cielo no se retrata en el río sino cuando el agua está quieta" (Él y yo. Diario de Gabriela Bossis)







"Estos atardeceres son también obra de Amor. Son pocas entre mis creaturas las que los contemplan para alabarme por ellos. Y sin embargo en ellos está mi Amor" (Él y yo. Diario de Gabriela Bossis).

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¿No puedes soportar esto? ¡Yo padecí tanto por ti!...

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Eu sei que é difícil esperar
Mas Deus tem um tempo para agir e pra curar
Só é preciso confiar

Se a cruz lhe pesa
Não é para se entregar
Mas pra se aprender a amar
Como alguém que não desiste

A dor faz parte do cultivo desta fé
Pois só sabe o que se quer
Quem luta para conseguir ser feliz

Não desista do amor, não desista de amar
Não se entregue a dor, porque ela um dia vai passar
Se a cruz lhe pesou e quer se entregar
Tal como o Cirineu, Cristo vai lhe ajudar


(Sé que es difícil esperar, pero Dios tiene un tiempo para actuar y para curar. Solamente debes confiar. La cruz pesa, no es para disfrutar sino para aprender a amar sin rendirse. El dolor es parte de nuestra fe, porque sólo saben lo que quieren quienes luchan por lograr ser felices. No renuncies al amor, no renuncies a amar, que no te venza el dolor, porque la cruz un día pasará. Y ahora con el peso de tu cruz, como hizo con Él el Cirineo, Cristo te va a ayudar)

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El padre del genial inventor Caractacus Potts, en la película cómico-musical Chitty Chitty Bang Bang, nos enseña con otros inventores a ver un aprendizaje en cada fracaso.
¿Eres de los que te dejas deprimir por el incendio de tus ilusiones, o de los que hacen nacer nuevas rosas de las cenizas?
¡Ánimo y a intentarlo otra vez con espíritu deportivo! No te rindas, porque tus fracasos están ya previstos por razones que no conoces. Al final lo conseguirás, valiente!

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_Padre, tengo una duda de fe. Me han dicho que no es verdad lo que creemos acerca de que el hombre es importante, y que por tanto Dios se pueda fijar en él y morir por él, como si el ser humano fuera lo más importante del universo. No es verdad. No somos el centro del universo, ni mucho menos. Los seres humanos somos hormiguitas pequeñísimas que no se ven, en un planeta cualquiera de los de alrededor de una estrella mediana, en un rinconcito del brazo de una galaxia que tiene cientos de miles de millones de soles como el nuestro, una galaxia que es solamente una más entre los cientos de miles de millones de galaxias que se conocen, y todas ellas separadas por distancias inimaginables que la velocidad de la luz tardaría siglos en recorrer. No somos nada, Padre, no somos los reyes de la Creación, ni mucho menos. Eso son todo mentiras.
_Te voy a hacer una pregunta, hijo. Imagínate que el ser que más quieres en el mundo -tu novia, tu madre, tu hijo, quien sea- está en serios apuros, lo está pasando muy mal. ¿Qué harías?
_Intentaría ayudarle, por supuesto.
_¿Ayudarle? ¡Me sorprendes! Pero si esa persona no es más que una hormiguita que no se ve, en un planeta perdido entre cientos de miles de millones de estrellas de una galaxia que es una más entre cientos de miles de millones de ellas...
_Sí, pero a esa persona la quiero.
_Ah, curioso, muy curioso... Parece que ya es más importante que todo el universo, por lo menos para ti, que la quieres. Pues lo mismo le pasa a Dios con nosotros.
_Sí, bueno, vale... Pero eso de que somos los reyes de la Creación,...¿cómo vamos a ser reyes de nada si ni siquiera se nos ve entre cientos de miles de millones de...
_Te voy a hacer otra pregunta. Imagínate que te colocan flotando en medio del universo, y que evidentemente te ahogas por la falta de aire y estás a punto de morir. ¿Quién es más trascendental, quién es más importante, quién es superior, el universo o tú?
_El universo, Padre. Yo no soy nada, yo moriría y no alteraría en nada el cosmos, que me tragaría como si fuera una mota de polvo.
_Te equivocas, tú eres infinitamente superior e infinitamente más importante que el universo.
_¡Pero qué dice! ¡Por favor! Pero si no se me podría ver ni con el mejor de los telescopios.
_¿Y qué? La importancia no tiene que ver con el volumen ni con la masa. No es eso. Tú serías más importante, serías muy superior... porque tú sabrías que te estás muriendo, mientras que el universo no sabría que te está matando.