de la "carne de tele"...

[Jaume de Ponts i Mateu]

¡Acabáramos..!, ¡madame ve la telebasura!

Definitivo: JAMÁS lo hubiese imaginado.

¿Que CÓMO me he enterado de tal meo quidem animo insólita, rarísima, se diría que hasta racionalmente inexplicable eventualidad?

Es que finalizando la mañana, mes amis/es, me ha llamado.

Estaba.., estaba.., estaba -en el sentido anglosajón del término, ¡NO se me equivoquen, por favor!- EXCITADÍSIMA. Su siempre charmante voz no había perdido el tono y mantenía tanto su cuerpo como su empaque..; mais.., mon Dieu!, ¡era TANTO su íntimo hasta agónico desasosiego, vraiment! que las sílabas, impecablemente correctas, NO podían ocultar las heridas de la, malgré finalmente exitosa, titánica lucha con el larvado temblor del sonrojo de la INCONMENSURABLE vergüenza ajena.

¡Ni yo ni nadie estamos acostumbrados a que el exquisitamente melódico verbo de madame vibre lo más mínimo!; me he quedado mudo de ESPANTO, por supuesto.

Seguro, claro está, que ¡alguien como ella! ha notado inmediatamente CUÁN ¡hasta ya sudoroso en vilo estaba!; y, comprensiva, ha tenido a bien hacerme saber el motivo de su, SIN duda alguna, ENORME trasbals sin demora ninguna...

¡Había oído al pendón verbenero que llena la olla de haber tiempo ha parido prole a uno que es conocido como torero porque le tiraban bragas en los ruedos proclamarse MONÁRQUICA!

Yo, ¡como comprenderán..!, me he quedado.., me he quedado.., me he quedado.., oigan.., ¡de pasta de boniato y más!

¡No de que le tal se proclame fiel y leal súbdita del Trono..!; NO tenía ni idea, naturalmente..; pero, en fin.., ¡me consta MÁS allá de toda duda razonable desde hace la tira que ésa, mañana y si se tercia, se proclama republicana y hasta anarquista sin que le tiemble un poro de su durísima cara recauchutà!; o sea, que...

No, no, no..; el PASMO me venía de.., de.., de..; a ver, a ver..; ¿DÓNDE, a fin de cuentas, había escuchado madame a ésa? ¡NO podía, francamente, imaginarme un lugar donde ambas pudiesen coincidir ni algo que hablase de ésa o la enseñase que pudiese ser leído o visto por alguien como madame!

Pero, no he tenido que preguntárselo: madame me ha preguntado sin más si no lo había visto ayer ¡en su programa!

¡Virgen Santísima!; aunque, ¡por supuesto!, NADA he comentado ni por asomo, ¡ay!, ni porque estuviésemos hablando por phone le he podido ocultar a madame CUÁNTA era mi anonadada sorpresa al verme en la tesitura de tener que constatar que ¡madame veía el Sálvame, damas y caballeros!, ¡el Sálvame!

Para nada: no ha dedicado una sílaba a, más que justificarse (sería, directamente, PECADO estimar que ¡quienes son como madame tienen que justificarse, bien sûr!), explicarse. Resumiendo: SÓLO le importaba si yo lo había visto y, en definitiva, NO le interesaba mi opinión de lo que ella decía había dicho ésa sino mi opinión de lo que ésa decía; y, como constataba que yo NO lo había visto...

Claro, claro, claro..; una vez colgado el phone, my dears, ¿quién hubiese resistido la tentación de buscar en la Red la grabación del Sálvame de ayer?, ¿eh?; yo NO, desde luego.

¡Qué puerca payasa de mierda la tiparraca, oigan..!

¿Lo han visto?

Vean, vean, vean...

Total..; ¡si lo mira madame..!, ¿verdad?

¡NO!; en modo alguno ¡mola ni es, a fin de cuentas, de provecho para el Trono que HEZ como ésa vayan de ejemplos de lealtad monárquica!; y, SIN duda, ¡ver tal! es lógico y natural motivo de así como síncope para personas como madame... Pero, no nos engañemos.., como espéctáculo tiene TAL puntico que, oigan.., ¡hasta madame..!

Lo confieso: estoy loco, ¡ahora que ya he visto, sí!, porque me llame otra vez.

Mais..; ¡madame tiene TANTOS posibles interlocutores cuando su deseo es conocer otras opiniones!

Lo más seguro es que, ai làs!, ya ha encontrado un montón que, a diferencia de mí, cuando les ha llamado SÍ habían visto el Sálvame de ayer, ya tiene mazo opiniones y hasta ya se ha aburrido del thema, lo ha olvidado y está con otras cosas en la cabeza.

Debo afrontar lo inevitable: no me llamará ya, ¿verdad, damas y caballeros?

SÍ: no hay nada que dé más SUFRIMIENTO que saber de las oportunidades irremediablemente perdidas SÓLO porque no se estaba convenientemente preparado.

Es atrozmente HIRIENTE, bien sûr.

ÁCIDO puro y duro.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, darlings.

Jaume de Ponts i Mateu