De lo que estamos seguros es de que Dios dio un mandamiento para que los hombres cumplieran, el cual es muy claro:

Éxodo 20:4-5

“4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás…”


Nada influyen contra este mandamiento las posibles excepciones que haya permitido Dios, que además no fueron adoración sino mirar un símbolo (la serpiente)