Estimado Jaume:


El té de valeriana es muy útil para combatir el alcoholismo, la depresión, los trastornos nerviosos... y el insomnio.
Et voila, ya no padezco de insomnio pues seguí su sugerencia de amigo ilustrado y constructivo... iMuchas gracias!

Me acerco nuevamente para aportarle otra de mis ideas, no ya producto del desvelo nocturno, sino en reconocimiento
por la ayuda que me dio para curarme del mismo.
Comprendido me quedó que usted, mon ami, tiene a su alrededor a damas con hasta portentosos vehículos, dispuestas
a llevarlo a pasear por los caminos del Señor, por lo que no necesitó poner en práctica lo que le había propuesto.

Pero afirma usted que se considera afortunado de llevar una vida sedentaria.
iOh, mon dieu! Ignoro en qué grado lo instrumenta, mas como la sola mención de la palabra me shockea por los efectos
nocivos que el sedentarismo conlleva para su salud, me permito decirle que soy dueña de un gimnasio, a medias con mi
brother Sergi.
¿Sería de su agrado concurrir al mismo dos o tres veces por semana, para practicar ejercicios que con seguridad prolongarían
su permanencia en este mundo?
Piénselo, darling, que yo quedo a la espera de su contestación.

Antes de marcharme, le contaré un suceso gracioso que tuvo lugar ayer a la noche, mientras saciaba mi apetito en "7 Portes".
El famoso escritor y periodista estadounidense Mark Twain (1835-1910) dijo: "La raza humana tiene un arma verdaderamente
eficaz: la risa".
iOh!... Pensándolo bien, yo reemplazaría prudentemente la palabra raza por la palabra especie... No fuera que se me acusara,
Dios no lo permita, de persona racista.
iPodría ser arrojada al Averno por los siglos de los siglos!

Pero volvamos a lo que le estaba contando, mon cheri Jaume.
Entraron al concurrido "7 Portes" dos ladronzuelos, y la duquesa de Cardona que manducaba en esos momentos un portentoso
bistec, se levantó de la mesa y... ¿qué cree usted que hizo esta noble dama?
Pues ante la sorpresa de los comensales tomó el bistec y lo arrojó, con muy mala puntería, al bello rostro de una girl que en ese momento entraba.
Esta se retiró indignada, gritando qué clase de restaurante era ése. Que se lo habían recomendado en el hotel, que era turista,
y que ya no volvería a Barcelona.

Sí... Debieran ambas dos tomar té de valeriana.

Hasta la próxima, my dear Jaume.
Que siga usted bien, y recuerde que lo espero por el gimnasio.