
Iniciado por
Dixie
Esos cuentos a los que hacen alusión, los podemos ver en innumerables películas (con subvención la mayoría de ellas) que tratan la temática (de refilón o no) de Franco.
No entro en esa valoración, primeramente porque no lo viví (cuando nací, Franco ya estaba criando malvas), y segundo porque a posteriori yo no puedo cambiar el pasado, lo que sucedió (para bien o para mal) ya pasó. Otra cuestión sería si todo eso se estuviera repitiendo... que no es el caso.
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En cuanto a lo de las "condenas", no es mi opinión, es un dato cierto, las autoridades de la IC (Iglesia católica, para abreviar) así lo afirman... ahora que, tú puedes considerar lo que estimes oportuno. En ese sentido, vengo a confirmar que, ciertamente el número de condenados en la IC es 0 (quizás el número de "amenazados" sea amplio, pero en cuanto a condenados ninguno).
Y ciertamente, valoro positivamente una cantidad de cambios producidos en la IC, en cuanto a la manera de vivir la fe, de la generación de mis padres a la mía; cambios positivos (ya no está el latín como base de los textos litúrgicos, ni la separación en los templos por sexos, ni el cura celebra la misa de espaldas, etc.). Y todavía lo que falta (en cuanto a cambios que vendrán; esperemos que no se demoren mucho).
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Y sí, coincido en que habría que formar mejor a la gente, no fuera que, algunos se quedaran en una fe infantil y pretendieran desde esa base creer que lo saben todo. Pues de igual modo que cuando uno estudia matemáticas en el colegio sabe que ese conocimiento matemático no ha hecho más que iniciarse... así debiera de ocurrir con la materia religiosa... hay que formarse, seguir conociendo, la tarea del aprendizaje puede llevar una vida, lo importante es no quedarse atrás, seguir avanzando... pues eso, estoy de acuerdo en que hay poca formación religiosa, la mayoría de la gente habla en base a una fe infantil... ¿te imaginas que, todo el conocimiento de la gente tuviera como tope lo que han aprendido en el colegio? sería insuficiente, pues en estos temas es lo que hay.
Gran responsabilidad (y culpabilidad de ésta desinformación) la tiene la propia Iglesia, y también los que hablan sin saber.