
Iniciado por
gabin
Ya ves ferpuerto, aquí ha hablado Dios en tercera persona.
No seas incrédulo ferpuerto, ya ves lo que sucede por no creer en encantamientos.
Anda ve rápido a confesarte, arrodillate y pídele que dispense tu incredulidad, que tu quieres que te haga ganar el premio gordo de loteria, aún puedes estar a tiempo..... Dile que no quieres ver su jeta por toda la eternidad, para que se de cuenta, -por si se le escapa algún detalle- de tu modestía, tu conformidad con una de sus migajas, que vea tu falta de ambición eterna y no como los crédulos, digo los creyentes, los que tienen a sus dios metido entre páginas y desde allí les habla ¿por boca de ganso?, pero en que estaré pensando, les habla en tercera persona de eternidad.
A tí ferpuerto te ha concedido el privilegio de hacerlo -en tercera persona eso sí- pero personalmente a través de este foro. Ellos le obedecen demasiadas veces a regañadientes, con la rocambolesca, -por decirlo de suave- ambición de vivir eternamente, no saben nada esos credu...creyentes.
De rodillas, hasta con los ojos en blanco, los hay de verdad muy piadosos, fervorosamente le piden, -son tan desinteresados, que siempre le piden algo cuando le rezan- a este ser tan angelical, tan justo y tan miserable, digo tan misericordioso, que los asa a la parrilla, refinado en su sadismo, digo en su amorosa manera de castigar para toda la eternidad a los que se atreven a leer sus dogmas con los renglones torcidos.
Es un portento, hasta en eso es perfecto, que digo, -se me ha pegado este, que digo, de alguien- es pluscuamperfecto.
Así que aplícate ferpuerto, ya ves cómo se las gasta el amoroso y misericordioso dios de un libro en el que creen millones y millones, y es peligroso ir contracorriente, más en algunos paises, así que súmate a la manada, como un borrego más, palabra nunca mejor empleada ya que ellos, los que dominan el cotarro religioso, se autoproclaman pastores, todo metaforicamente claro.
A rezar ferpuerto, y a ser credu...-otra vez- creyente, si quieres que te agracie con ganar la loteria y de paso -muy importante- que no te ase sadicamente, digo amorosamente.
Voy yo también rápido a rezarle, por si me concede el segundo premio.