De niño solía ir con mi padre a un rancho en el Paso del Álamo aquí en NL a media hora de Sabinas Hidalgo. Muy al norte de México, se podría estar hablando casi de la frontera con EUA.

El Rancho era de un amigo de mi padre. La última vez que fuimos fue hace 3 años, antes de que los malitos se apoderaran de la mayoría de los ranchos de las zonas norte de NL.

La zona del Paso del Álamo es semi desértica, abundan los arbustos de matorral, yucas desérticas y el nopal, aunque no es comestible. El rancho está en plena zona de monte, ni siquiera llega a ser parte de un pueblo. Cada vecino tendría fácil de medio km a un km entero de distancia.

Cuando llegabamos, (Comúnmente eramos mi padre, tres amigos de él y un tío) dejábamos la comida y las maletas en la choza de madera. Poníamos la casa de campaña para 2 personas. Cuando la casa estaba lista, casi siempre dos horas después, venía la botana y el refresco. Y a esperar la noche para ir de cacería.

En el toda la zona del Paso del Álamo se puede encontrar principalmente la víbora de cascabel y el conejo; la liebre; el venado; el jabalí; el pato; la codorniz; el correcaminos; el faisán; la tortuga; el buitre; el coyote; el armadillo; la rata de monte; el águila, la lechuza y la lagartija gigante (30 cm). Estos animales son los autóctonos, independientes a los animales de granja del rancho, como las vacas, los becerros, los chivos, los borregos, etc. Más lejos la fauna varía silvestre.

La cacería no era un deporte para nosotros, era una actividad recreativa para llegar a comer al día siguiente. Una de las reglas era: vas a matar lo que te vas a comer, si cazabas una tortolita, eso te ibas a comer. Si acaso saldría un taco de eso.

Quien haya probado la carne de monte sabrá a lo que me refiero con que tiene un sabor especial, que difiere a cualquier carne comercial. El simple huevo de una gallina de rancho sabe diferente al que se compra en el súper. el sabor del monte es un sabor un poco más concentrado, no por eso menos sabroso, por el contrario, yo le disfruto en todos los sentidos

A los conejos los cazaban de noche (nunca pude cazar uno), era más efectivo. Se utiliza una lampara grande, o las luces altas de la camioneta, que los cegaba por completo, así fácil te llevabas 3 con una carabina calibre 22, un disparo a cada uno. Siguen moviéndose de manera tétrica una vez muertos, producto de los reflejos. Para cocinar conejo, (una de las muchas técnicas) consiste en cavar un pozo y usar leña para la la combustión. Me tocó quitarle la piel al conejo, abrirlo y tirar las vísceras a los 2 perros de cacería. Para después cortarlo y colocarlo en la bolsa para que se cuece en el horno. El conejo se deja ahí toda la madrugada y el pozo se cubre con piedras. Al día siguiente, en la mañana, tenemos un conejo ahumado. Lo comí acompañado de huevo revuelto y frijoles negros de lata. Nunca voy a olvidar esos desayunos.

Mi padre decía que era preferible no cazar liebres. Por que su carne no es muy gustosa que digamos, además de que, a diferencia de los conejos, la liebre no sólo es omnívora sino también carroñera. Puede car mal al estómago.

El venado se caza fuera de la camioneta (tampoco cacé venado, la cacería no era lo mío). A pie, usando tus instintos y tus conocimientos, como cazaría un predador. Hay que caminar entre 10 a 30 km de puro monte. Para cazar un venado se necesita coordinación en equipo. Dividirse unos metros y ser pacientes. Quien consiga darle a un venado, debe buscarlo metros más adelante, ya que casi nunca caen ahí mismo al recibir el disparo. Si llevas 15 km adentro del monte, tú te lo llevas cargando. Si el venado es mediano te llevas 50 kilos a tu espalda todo el camino. Había quienes le daban a dos, ya tienes doble tarea.

El venado tiene un sabor un poco fuerte, pero esa carne tiene un sabor que se distingue por ser del monte así como el conejo. A pesar de que saben diferentes, ese saborsito del monte los relaciona. La parte que más me gusta es el lomo, y lo probé guisado en una salsa de chile de árbol acompañado de tortillas y cerveza. Sabroso... T

Me falta la anécdota de la carne de jabalí; pato; víbra de cascabel; codorníz y correcaminos. El resto de los animales no llegué a probar.