Cita Iniciado por pablo ramos Ver Mensaje
En europa, en efecto, es cada vez más comun que al curriculo -que fea me suena esta palabra- se adjunte una carta de presentación. Es una oportunidad más de mostrarse, pero no hay que ser pesado, pedigüeño, chupaculo, servil, etc.
Recomendación: no hay que mentir, inventarse cursos, seminarios ni capacidades que no se tengan: un buen entrevistador -una Lcda. en rrhh, por ejemplo-, lo descubrirá en un momento.
Es verdad: "un" curriculo no vale para todas las empresas.
A ver, norma...digo...Esq...ilumine un poco sobre "la entrevista".

Cualquier que sea la edad del candidato, y cualquier sea el cargo que se busque ganar, la entrevista de empleo siempre traerá tensión.
Por más autocontrol que el candidato tenga, él estará nervioso como un artista que entra en el escenario. Porque allí, en esos quince minutos-media hora de entrevista, se decide el futuro, o por lo menos el futuro inmediato.

Muchas veces sin embargo, el candidato puede dar una derrapada aun antes de entrar a la sala del entrevistador. Son pequeñas mancadas que pueden acabar teniendo influencia en la decisión final.

De momento voy a dar unos tres ejemplos y si no los aburro, puedo ser más específica sobre el tema en un futuro.

Salir de casa con la ropa errada. Cada empresa tiene su “tipo” de vestimenta de los empleados. Para nada se parecen por ejemplo los atuendos de un banco, con los de una empresa de telemarketing. El candidato debe seguir un padrón que la empresa tiene. Aunque sea el día anterior a la entrevista, quedarse en a calle frente a la empresa mirando las personas que entran y salen.
Allí Ud. Definirá su vestuario. Jeans, sport fino, o traje y corbata.

Segundo, llegar a la hora errada.

Llegar mucho antes de la hora marcada (media hora por ejemplo) da una imagen de desesperación por conseguir el empleo.

Llegar a la hora exactamente combinada, da la impresión de desinterés o de falta de planeamiento.

Lo ideal, es llegar diez minutos antes de la hora de la entrevista.

(Llegar atrasado, ni vale la pena comentarlo).

Tercera mancada, es no ser cordial el tiempo todo.
La simpatía debe comenzar por la portería y continuar con la recepcionista, con las personas en el elevador y con cualquiera que se cruce en el camino del candidato.

Como todavía el no sabe quien es quien en la empresa, aquel que el candidato encontró ocasionalmente en el camino, puede influir en la contratación haciendo un simple comentario.

Por eso, pasar una primera imagen de simpatía puede ayudar y mucho.

Estar vestido adecuadamente, llegar en el horario correcto, y ser cordial con todo el mundo, son tres cosas que ayudan al candidato a sentirse más tranquilo. Esta actitud positiva, ayuda al candidato a sentirse más relajado. Y los menos tensionados, siempre son los que se dan mejor en una entrevista.

Esta noche ( dentro de unas pocas horas) voy a contar según mi experiencia, lo que puede suceder ya frente a frente con el entrevistador.


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