Ayer, ayer ví que el premio Nobel de Economía Stiglitz, apareció de repente en la asamblea de los Indignados de Madrid. Ratificó lo que ya viene diciendo, así el sistema no da para más. No aportó nada nuevo, nada que los propios indignados ya no sepan desde antes, pero su presencia allí les congeló los huevos a más de dos. Ya eso me ha dado un buenos días.