Parecía imposible pero efectivamente así ha sucedido. El TC ha legalizado BILDU. De esta manera trágica, indecente, vergonzosa, dramática y decadente se confirma el ritmo imparable que ha tomado el proceso de corrupción institucional que tiene lugar en nuestro país. Este tribunal, nombrado por los políticos, obediente a los políticos y servidor de los políticos, con su decisión, ha puesto de manifiesto la consolidación de un fenómeno siniestro, totalitario y desalentador; la subordinación del derecho a la política. Esta sumisión, es uno de los indicios de totalitarismo que toda sociedad democrática, avanzada y LIBRE debería evitar. Porque ¿Qué es el derecho? El derecho es el instrumento del que nos servimos para ser LIBRES, es el escudo contra el poder, es la semilla de la que surge la virtud, es el reflejo de los ideales elevados de los hombres, es el símbolo de la civilización y la bandera del progreso. En efecto, es el derecho el instrumento a través del cual esas grandes oleadas de pasiones humanas, llamadas revoluciones liberales han visto la luz. Ese mismo derecho a través del cual los revolucionarios franceses, guiados por visionarios como Danton y Desmoulins, vislumbraron el fin de una era y el nacimiento de un nuevo mundo. Ese julio de 1789 iba a representar el brillo en medio de la más absoluta oscuridad, el momento en el que una nueva sociedad comenzaría surgir, una sociedad en la que el hombre no volvería a estar sujeto a la tiranía del derecho divino, en la que la separación de los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, propiciaría la liberación de la esclavitud y la aparición de los CIUDADANOS. Como bien decían, ellos y el derecho representaban la esperanza de la razón.

Pues bien, 222 años después, en nuestro país este sistema heredado de nuestros vecinos, garante de nuestra libertad, se tambalea. No es un tambaleo vistoso, llamativo y estridente, sino silencioso, parsimonioso, discreto y que no llama la atención. Razón por la cual no parece pasar nada, pero ¡atención!, que nuestros sentidos no perciban la realidad no quiere decir que no exista. Esta decisión del TC, consecuencia de este proceso de tambaleo, pone de manifiesto que NO EXISTE SEPARACIÓN DE PODERES EN ESPAÑA. El trabajo que se han tomado en el Tribunal Supremo en demostrar que BILDU es ETA ha sido ignorado por los político-jueces del Constitucional que han tumbado la sentencia sin despeinarse.
Ante este acto propio de una república bananera, en este caso monarquía.., ¿qué cabe hacer?. Se ha de reformar el artículo 159 de la Constitución Española de 1978:

Artículo 159.

1. El Tribunal Constitucional se compone de 12 miembros nombrados por el Rey; de ellos, cuatro a propuesta del Congreso por mayoría de tres quintos de sus miembros; cuatro a propuesta del Senado, con idéntica mayoría; dos a propuesta del Gobierno y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial.

Este artículo representa la ruina. Se debe acabar con el nombramiento por parte de los partidos políticos de los jueces del Constitucional. Es necesario un sistema en el que los jueces sean independientes y se nombren a sí mismos, para así estar libres de las injerencias de los que no son juristas, y por tanto de los que no deberían haber influido nunca en sus decisiones.

Muchos dirán que nunca se cambiará el sistema, principalmente porque PP y PSOE no quieren cambiarlo o al menos eso parece en la actualidad. Sin embargo que este sistema no funcione, no quiere decir que sea el correcto ni que nosotros debamos pensar que es el correcto, porque entonces todo estará perdido. Nosotros, los ciudadanos, sirviéndonos de nuestra libertad, que no es más que la soberanía sobre uno mismo, debemos pensar y entender que se ha de cambiar el sistema, y no resignarnos. Una vez entendido la necesidad del cambio, ¿cual es el siguiente paso? . Exigir, exigir, exigir y exigir. Es necesario que este mensaje cale en la sociedad, que seamos conscientes de lo que nos estamos jugando. No olvidemos que los políticos son nuestros servidores y no al revés. No permitamos que se liquide a una sociedad civil que últimamente anda moribunda.

"La libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho" Victor Hugo.