Este es un relato basado en hechos reales....

Hace algunos años atrás, trabajaba en otro banco, era la primera vez que trabajaba en un banco, pero para poder trabajar allí, tenia que pasar por una capacitación, que duraba quince días. La capacitación era obligatoria y la atracción principal era que todos esos días teníamos que vivir en un hotel donde estaban los salones de capacitación, así que era un encierro total por quince días, además teníamos que estar totalmente incomunicados, no celulares, si queríamos teníamos que llamar de un teléfono monedero pero nada de celulares adentro. Realmente no era un hotel aparte, si no que en el edificio del banco en los últimos dos niveles, estaban repletos de habitaciones, así que ellos lo llamaban hotel, en el que teníamos compromisos como si fuese un hotel real.

El ingreso al hotel era el día domingo, a las 4 p.m., llegue quince minutos antes, con mi maleta puesto que teníamos que llegar con la ropa de los quince días, al llegar me encontré con gente que había venido de todos los departamentos del país, especialmente para la capacitación. Sentado, junto con otras 4 personas. Obviamente como nadie se conocía el silencio era increíble, de repente llego un señor mayor, de unos 65 años:

-Buenas tardes señores, mi nombre es Ángel, todos me dicen Don Angelito de cariño, soy el administrador del hotel, vamos a esperar a que vengan mas colaboradores, porque estamos subiendo en grupos de 10 personas, en unos minutos regreso.

En ese momento se dio media vuelta y se fue. El edificio del banco es de 7 niveles, así que el sexto y séptimo eran nuestros destinos principales, en ese mismo momento entraron por la puerta principal, 3 personas con sus maletas.

-Buenas tardes, dijeron
-Buenas tardes respondimos todos.

Estaban sentados cuando entro, de la puerta principal, una mujer que a primera vista se miraba súper elegante, vestida de una manera formal, su forma de caminar, todo, todo, era de una mujer sofisticada. Llevaba su maleta que era bastante grande, al percatarse de eso, se levanto un muchacho que rápidamente le dijo: - Le ayudo? A lo que ella respondió: - Gracias .

Puedo decir que era hermosa, todos los hombres nos quedamos con la bocota abierta, y las mujeres por supuesto la miraban de reojo, para que se la imaginen bien bien, les diré que ella es blanca, mide 1.70, el pelo lo tenia corto, a la altura de la barbilla, llevaba una minifalda negra talladísima arribita de las rodillas, sus tacones altos hacían ver unas piernas hermosisisimas, una blusa de botones negra, y un saco largo que le llegaba a la altura de la minifalda también en color negro.

Cuando se sentó, cruzo las piernas, se miraba tan buena, que yo solo podía pensar: - Le tengo que hablar, le tengo que llegar a hablar. Pasaron unos minutos y llegaron otras 2 personas nuevamente, don Ángel regreso y empezó a numerarnos para saber cuantos habíamos, al contar diez nos dijo:

- Muy bien muchachos, agarren sus maletas y síganme.

Así lo hicimos, subimos al ultimo piso, había un patio que dividía dos grandes mini-casas, nos dijo que los hombres iríamos a la casita de la izquierda y las mujeres a la derecha, así lo hicimos, para ajustarme a la circunstancia debo decirles que el patio no era muy grande pero estaba techado así que allí era según nos dijeron nuestro comedor. Al entrar a la casita tenían muchos cuartos, al darme mi respectivo cuarto, conocí a todos los que antes ya habían subido, mientras otros aun llegaban.

Paso el tiempo y a las 7 de la noche nos llamaron para que fuéramos al comedor, allí nos pidieron que nos sentáramos en un circulo para que todos nos viéramos, llego un funcionario del banco y nos dios la bienvenida, éramos bastantes y el nos dio el dato que todos buscábamos, nos dijo que éramos 60 de toda la republica y que nos presentáramos.

Habían muchachas hermosas, muy bonitas, bien vestidas, con muy buenos cuerpos, así poco a poco se fueron presentando, me toco mi turno y así lo hice, hasta que le toco el turno a la mujer que a todos, nos había robado el aliento:

- Buenas tardes, mi nombre es Karla y estoy para servirles, vengo con muchas expectativas y con ganas de aprender y poder servir a esta institución.

Todos la mirábamos como que nunca hubiéramos visto una mujer, y obviamente todos comentábamos muy discretamente sobre lo buena que estaba. Terminado esto dispusieron dar las reglas del hotel:

- Muy bien colaboradores, las reglas son muy sencillas, las mujeres no pueden entrar a las habitaciones de los hombres, ni los hombres al dormitorio de las mujeres, están prohibidos los cariños excesivos, además como ustedes saben están prohibidas las relaciones amorosas en esta institución por lo que si fuesen sorprendidos serán desalojados del hotel inmediatamente y perderán la oportunidad de trabajo, además tendrán que pagar la estancia en el hotel los días, y la alimentación diaria.

Con esa aclaración todos pensaríamos mucho mas antes de hacer algo, teníamos mucho que perder, muchísimo que perder. Llego la hora de la cena y pues lo mas lógico en este tipo de situaciones, los hombres se sentaron solamente con hombres y las mujeres con mujeres. Al siguiente día empezó la capacitación, pero habían varias mujeres que sobresalían por su belleza, Alda, una muchacha 18 años, blanquita delgadita, una sonrisa increíble, pero con unos senos increíbles, grandes redonditos, Jennifer que tenia 19 años, tenia una carita morena clara hermosa, y un pantalón de tela ajustadísimo que hacia notar su hilo dental, y por supuesto Karla con una minifalda azul y unos zapatos destapados con un tacón altísimo que la hacia ver riquísima.

Por cierto nadie sabia la edad de Karla y todos apostábamos para saberla, realmente ella intimidaba, hermosa, con una personalidad impresionante, no se intimidaba por nada, ni se avergonzaba por hablar con nadie, así paso el día, en el almuerzo, descubrimos otra belleza Karen que tenia 20 años, era blanquita muy buen cuerpo tenia el pelo recortado muy pequeño, color rojo, unos ojos verdes increíbles y por supuesto dos par de senos que invitaban a vérselos.

Paso el primer día, muy temprano nos levantamos para el desayuno y todos esperábamos ver a las mujeres más bonitas de la capacitación, siempre nos dejaban boquiabiertos, pero cabe decir que el segundo paso sin ningún hecho inusual, solamente recalcar que en la cena ya se empezaron a rotar y a sentarse hombres y mujeres en una misma mesa, que eran pequeñas cuadradas y solamente cabían 4 personas por mesa.

Paso el tercer día normal, y al cuarto día paso lo que yo había estado esperando con ansias, en la cena me senté en una mesa junto con otro compañero con el cual estábamos haciendo buena amistad, se sentó una mujer ya grande que optaba por un puesto ya mas alto, y de repente llego Karla y se paro con nosotros.

-Esta desocupado este asiento?
- Claro respondimos nosotros
- Gracias, con ustedes aun no he podido platicar, mi nombre es Karla
- Mi nombre es Rosario contesto la señora,
- El mío es Edwin conteste
- Yo soy Carlos replico mi amigo
La platica se hizo amena, comenzamos hablando de todo un poco y de la vida de cada quien y a que se dedicaba, después de cada cena nos daban hora y media para ver televisión o para platicar entre nosotros, así que cuando nos levantamos ella recogió nuestros platos y los llevo al lavadero, regreso y me dijo:
- Se va a quedar así platicamos otro rato.
- Claro respondí casi sin pensarlo
- Casada, soltera o viuda? le pregunte en tono de broma
- Divorciada, algo que no dijo, -contesto con una sonrisa
- En serio?, y tiene hijos?
- Tengo uno de 8 años, y usted casado, soltero, divorciado?
- Jajajaja eí solterito, solterito,
- Ya vengo me tengo que ir a cambiar, me siento me dio incomoda con la falda, como que todos me quedan viendo, no es que no me guste pero ya hay algo de frío me dijo
- Aquí la espero- le conteste, pero lo que me quedo en la mente fue que le gustaba que la vieran, esto se estaba poniendo interesante.

Mientras en ese momento todos los compañeros me quedaban viendo con cara de suertudo yo sonreía con una sonrisa picara.
Regreso y seguimos la platica, poco a poco se hizo tarde, de repente llego don Ángel y nos dijo:
- Ya son las 10:00 de la noche a sus cuartos!!!

Nos despedimos y nos fuimos todos a nuestros cuartos, sin embargo como a eso de las 11:00 escuche unos ruidos, por el silencio total eran unos ruidos pequeños, así que me dio curiosidad, me levante y salí del cuarto con total cuidado para que no me agarraran levantado, salí y no observe nada, pero divise al final del pasillo (que lleva hacia el elevador) un luz prendida, fui muy despacio y asome un poquito desde la esquina y allí estaba don Ángel con una muchacha de la limpieza, la besaba y su mano izquierda la tenia metida bajo su falda, ella lo abrazaba fuerte, de repente saco su mano y la llevo hacia uno de sus pechos, y empezó a robárselos sobre la ropa, ahhhh que rico suspiro ella.