Voy a la segunda: la rica histerica que en un poar de horas liquidó su primer trabajo, y al segundo se quedó en pelotas. ¿Sabes porque fue?, por no irle a preguntar al que sabía cual era grande, mediana o pequeña, o al menos ponerse a comparar por su cuenta. Eso aquí y en la cochinchina -cuando existía-, se llama soberbia.
Y la moraleja es soberbia: repartir mierda es facil.