Los evangelistas traen a escena personajes necesarios para desarrollar el guión que hace a Jesús Hijo de Dios.
Una vez cumplida su intervención en escena, desaparecen sin que sepamos que fue de ellos.
Usted, lector de los evangelios ¿No se ha preguntado qué fue de José, el esposo de María?
¿…Y de José de Arimatea…?
¿…Y de Nicodemo…?
¿…Y del centurión al que Jesús curó al criado? ¿Fue el que en el Gólgota reconoció que Jesús era Hijo de Dios? ¿Qué religión profesaba este centurión? ¡Todavía no se había inventado el Cristianismo!
¿…Y de Lázaro y sus hermanas…?
¿Es posible que Jesús, una vez resucitado, estuviera cuarenta días en la tierra, solamente para despedirse de la gran cantidad de amigos que tenía?
Sí. Repasa los evangelios y comprobarás que Jesús trataba con prostitutas y publicanos. Los que necesitaban “médico”. A los que los actuales seguidores de Jesús consideran “carne de cañón” en el Juicio Final.
Creo que cuarenta días fueron pocos.
La Verdad nos hará libres.