Riqueza y salud

Los eventos y el pago de los diezmos siempre están antecedidos por prédicas centradas en que hay que desprenderse del dinero para no caer en la desgracia ante los ojos de Dios

“Te echan maldiciones como para que sueltes el dinerito. Hay gente que les da todo su cheque de los taxes”, dijo la exmiembro de la congregación.

Según Hannia, la hija de Zamora, los miembros de la iglesia están entrenados específicamente para pedir las ofrendas.

“Es una cuestión en la cual primero seducen tus emociones, te quiebran y después te ponen un sentimiento de culpabilidad y de responsabilidad ajena, para lograr que ellos lucren”.

Una forma de canjear esta supuesta buena voluntad celestial es donar no solo el trabajo voluntario, sino arroz, frijoles, tamales, bebidas y todos los productos que luego la iglesia vende a los mismos fieles durante los eventos.

Así le sucedió a una compañera de la exvoluntaria, cuando, según ella, pidió que la iglesia le repusiera 200 dólares de materia prima que había gastado en hacer tamales y champurrado para uno de los retiros.

“Le mandaron 100 dólares con otra hermana como queriendo decir ‘si lo quiere’. ¿Sabe cuánto valía cada tamal el día del retiro? Dos dólares. Y el vasito del champurrado, otros dos dólares”.

Obra de Orange, como muchas iglesias evangélicas hispanas en Estados Unidos, está registrada como organización sin fines de lucro y por lo tanto no paga impuestos.
Con autorización del pastor Zamora, Univision grabó con dos voluntarias de la iglesia el ritual del conteo del dinero recolectado después de un servicio de domingo.

Había cheques, sobres con los datos del donante y el dinero adentro, también dinero en efectivo depositado directamente, sin remitente. Una mala semana, dijo una de las encargadas del conteo, puede significar 13,000 dólares en ofrendas.

Las encargadas mostraron que llevaban un exhaustivo conteo y un reporte escrito de cuánto dinero llegó por cada vía, para reportarlo a las autoridades de hacienda. Pero otros voluntarios que ya no son cercanos a la iglesia dijeron que han presenciado que el dinero en realidad va al maletero del carro de Zamora, custodiado por guardias de seguridad.

“Cuando ya terminan de contar el dinero, siempre hay un hermano que se encarga, son diferentes, no es siempre el mismo hermano, es el que lo cuida al pastor, que lo recibe en la puerta cuando llegó y cuando se va; ese es el hermano que agarra el maletín y se lo va a poner al carro del pastor Andy Zamora”, dijo la exvoluntaria.

El pastor replicó que esto es falso, que no hay pruebas de eso y que siempre han reportado todas las ganancias al IRS. Sin embargo, él aceptó que dos veces ha estado bajo investigación de hacienda, una en su cuenta personal donde recibe su salario como pastor –en la que llegó a un acuerdo de pago con las autoridades.

La segunda fue a raíz de las denuncias de su propia hija por supuestos malos manejos del dinero de Obra de Orange.

“Me retuvieron mi devolución de taxes. Mi preparadora de taxes la razón que me dio es: ‘el IRS te está investigando como consecuencia de las acusaciones de tu hija, por eso no te han devuelto el dinero’. Tuve que esperar como dos años para que me devolvieran el dinero”, dijo Zamora.

Su hija Hannia, quien poco después de contraer segundas nupcias se embarcó en una disputa legal con su padre, dice que no quería formar parte de los supuestos malos manejos de la iglesia. Él asegura que ella quería deshacerse de sus hijos para pasar más tiempo con su nuevo esposo.

El diferendo legal terminó en que Zamora y su esposa se quedaron con la custodia de sus cuatro nietos, hijos de Hannia.

“Yo firmé el papel pensando que era para cambiarlos del distrito de Anaheim al distrito de Irvine y para autorizar a mi mamá que le pusiera vacunas. Ellos con sus abogados después agregaron firmas y fechas”, dijo Hannia.

Su padre, en cambio, se mantiene en la postura de que ella se los entregó voluntariamente porque “es una persona muy amargada, que se enojó”.