Esta en la Biblia.
Y en la historia:

Séneca (c. 4 a.C. al 65 d.C.) también refiere:
“Se esforzaban por soltarse de sus cruces, a las que cada uno estaba clavado de sus manos [...] ¡Algunos de ellos llegaron hasta a escupir sobre los espectadores desde sus propios patíbulos!