Cita Iniciado por Jandulilay Ver Mensaje
Es evidente que yo no estoy a la altura de sus conocimientos científicos señor doonga, pero se poco de lo que me interesa saber, y se me sobra de lo que no me interesa.
Y se ciertamente que donde existen leyes es exigente que haya un legislador.
En todo el universo, desde los átomos hasta las galaxias, está regido por leyes físicas precisas. Por ejemplo, hay leyes para regir el calor, la luz, el sonido y la gravedad. Como dijo el físico Stephen W. Hawking:
Mientras más examinamos el universo, descubrimos que de ninguna manera es arbitrario, sino que obedece ciertas leyes bien definidas que funcionan en diferentes campos. Parece muy razonable suponer que haya principios unificadores, de modo que todas las leyes sean parte de alguna ley mayor.

Las leyes naturales del universo son tan precisas que no se nos hace difícil construir una nave espacial para volar a la Luna, y podemos medir el tiempo del vuelo con precisión de una fracción de segundo. Estas leyes tienen que haber sido establecidas por alguien o algo.
Los científicos que desean que un cohete gire en órbita alrededor de la Tierra, o de la Luna, tienen que trabajar en armonía con esas leyes universales para tener éxito.
Cuando pensamos en leyes, reconocemos que estas han venido de una entidad legislativa. Un letrero del tráfico que diga Alto ciertamente ha procedido de alguna persona o grupo de personas que haya dado origen a la ley.

Entonces, ¿qué hay de las leyes abarcadoras que rigen el universo material? Ciertamente estas leyes de brillante concepción dan testimonio de la existencia de un legislador supremamente inteligente

Las leyes no son ninguna "brillante concepción" de nadie, ni de ningún legislador supremamente inteligente.
Desafortunadamente (para tí), tu solamente sabes repetir como un papagayo lo que aparece en la revista atalaya.
Esa revista que tan bien conoces, y que según algunos mandamases del pasado "es editada por el puño de Jehová".
Claro, luego de darse cuenta de ello, se retractaron de esas afirmaciones que solo resisten el asentimiento de un (me reservo el vocablo).
Pero qué le vamos a hacer.
Como lo señaló alguien, "solo conozco dos cosas infinitas: el tamaño del universo y la estupidez humana".
Y Einstein se refería a quienes sustentan opiniones basadas en un cuento infantil que se llama "génesis".