Como podemos ver, nadie admite estar equivocado. Orgullo.
Por otro lado, le hacen el juego a Satanás, Príncipe de este mundo. No lo digo yo; lo ha dicho Jesús.
Y luego van a dar lecciones a los agnósticos.
Como podemos ver, nadie admite estar equivocado. Orgullo.
Por otro lado, le hacen el juego a Satanás, Príncipe de este mundo. No lo digo yo; lo ha dicho Jesús.
Y luego van a dar lecciones a los agnósticos.
La Verdad nos hará libres.