Lo que Jesucristo hizo no fue un sacrificio, sino una celebración, pues a Dios no le agradan los sacrificios ni nunca los mandó, porque escrito está: "misericordia quiero y no sacrificios".
En cuanto al pecado, el pecado del mundo era que seguía leyes y mandamientos que Dios no había mandado, pues solo eran preceptos de hombres que faltaban a la misericordia que Dios quería y que en realidad había mandado.
Ese era el pecado del mundo, seguir leyes que no eran de Dios. Por eso Jesucristo dijo que si Él no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa por su pecado..., porque Jesucristo había enseñado la verdadera ley de Dios y había anulado del viejo Testamento los mandatos que faltaban a la misericordia, que solo eran mandatos de hombres.