Romanos 8:20 declara que, como resultado del juicio divino
después del pecado de Adán,
“la creación [la humanidad] fue sujetada a futilidad”.

Respecto a su propia situación como humano pecaminoso,
el apóstol Pablo escribió:
“Yo soy carnal, vendido bajo el pecado.
Porque lo bueno que deseo no lo hago,
mas lo malo que no deseo es lo que practico.
Verdaderamente me deleito en la ley de Dios
conforme al hombre que soy por dentro,
pero contemplo en mis miembros
otra ley que guerrea contra la ley de mi mente
y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Hombre desdichado que soy!”. (Rom. 7:14, 19, 22-24.)

Palabra de Jehova Dios