Entonces, ¿qué se requiere para obtener salvación?

El requisito principal lo declaró el apóstol Pablo
al carcelero filipense: “Cree en el Señor Jesús y serás salvo”. (Hechos 16:31.)

Para ser salvos es esencial
que aceptemos sinceramente la sangre derramada de Jesús.

¿Y qué significará para nosotros la salvación?
Jesús lo indicó cuando dijo:
‘Yo les doy vida eterna, y no serán destruidos nunca’. (Juan 10:28.)

Para la mayoría de los siervos de Dios
la salvación significará vida eterna en una Tierra
restaurada a perfección paradisíaca. (Salmo 37:10, 11; Revelación 21:3, 4.)

Sin embargo, para un “rebaño pequeño”
la salvación significará gobernar con Jesús
en su Reino celestial. (Lucas 12:32; Revelación 5:9, 10; 20:4.)