Sabemos bien que los integrantes de las sectas, regularmente, argumentan que la Santa Misa no tiene nada de Biblia, excepto las lecturas, pues mostremosles que están equivocados, ya que este Sacramento todo el es Biblia, desde el principio:
- En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo :
Mateo 28, 19: ...bautizándolos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
- Amén :
Apocalipsis 3, 14: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios. Isaías 65, 16: tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén, y quien jurare en la tierra, jurará en el Dios del Amén

El presbítero se dirige a la asamblea de fieles:
Saludo del celebrante

-Que el Señor esté con vosotros :
Filipenses 1, 2: La gracia y la paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Esté con vosotros.

- La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con vosotros :
2 Corintios 13, 14: La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.

Es necesario acercarse a Dios con “un corazón puro” para alabarle y glorificarle. Por eso, como Pedro (Lucas 5, 8), nos declaramos pecadores ante la Divina Majestad:

Confiteur (“Yo confieso”)
La compunción del corazón es otra de las buenas disposiciones para celebrar o asistir a la Santa Misa. Hacemos una confesión pública a Dios, iniciando con las palabras:

“Yo confieso ante Dios Todopoderoso” :
Salmo 32, : Mi pecado te reconocí, y no te oculté mi culpa; dije: «Confesaré a Yahvé de mis rebeldías.» Y tú absolviste mi culpa, perdonaste mi pecado.

Invocamos con humildad la misericordia de Dios, como nos enseña Jesús en la parábola del fariseo y el publicano (Lucas 18, 9-14)
Kyrie (“Señor ten piedad”)
Son tres invocaciones, en lengua griega, para implorar el perdón y la asistencia de Dios, Padre y de Cristo. Kyrie significa "Señor"; eléison, "ten piedad". La primera y la tercera se dirigen al Padre y la segunda a Cristo.
Señor ten piedad.
Cristo Ten piedad
Señor ten piedad
Salmo 6, 3: Ten piedad de mí, Yahvé, que estoy sin fuerzas.
Mateo 9, 27: ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!
Salmo 51, 3: Ten piedad de mí, oh Dios, según tu amor.)


Los días festivos o domingos, tras haber pedido perdón a Dios, le adoramos y alabamos con una plegaria completamente bíblica:
Gloria
Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombre de buena voluntad : (Lucas 2, 14)
Te alabamos. : (Hebreos 2, 12): ... en medio de la asamblea te alabaré
Te bendecimos. : (Salmo 144, 1): Bendito sea Yahvé, mi Roca
Te adoramos. (Mateo 4, 10): Díjole entonces Jesús:...“porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.”
Te glorificamos. : (Salmo 86, 12): Gracias te doy de todo corazón, Señor Dios mío, glorificaré tu nombre por siempre. (1 Pedro, 4, 11): para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.)
Te damos gracias por tu grande gloria. : (Salmo 92, 1): Bueno es dar gracias a Yahvé y salmodiar a tu nombre, Altísimo.
Señor Dios : (Salmo 35, 23): Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y Señor mío...
Rey celestial : (Salmo 24, 7-8): ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, que entre el Rey de la gloria! ¿Quién es ese Rey de gloria? Yahvé, el fuerte, el valiente, Yahvé, valiente en la batalla.
Dios Padre Omnipotente : (Génesis 17, 1): Yo soy Dios Todopoderoso, anda en mi presencia y sé perfecto.
Señor, Hijo unigénito Jesucristo : Juan 1, 18: A Dios nadie le ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer
Cordero de Dios, Tú que quitas el pecado del mundo : Juan 1, 29<7b>: Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros : Mateo 9, 27: Cuando Jesús se iba de allí, al pasar le siguieron dos ciegos gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!»
Recibe nuestra suplica : 2 Crónicas 6, 21: Oye, pues, las súplicas de tu siervo Israel, tu pueblo, cuando oren hacia este lugar.
Porque Tú sólo eres Santo : Levítico 21, : Le tendrás por santo, porque él es quien presenta el alimento de tu Dios; por tanto será santo para ti, pues SANTO soy yo, Yahvé, el que os santifico.
Solo Tú Señor : Filipenses 2, 11: y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre.
Solo Tú Altísimo, Jesucristo : Apocalipsis 1, 5-6: y de parte de Jesucristo, igual el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados y ha hecho de nosotros un Reino de Sacerdotes para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Marcos 5, 7: y gritó con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo?...
Con el Espíritu Santo en la gloria de Dios : Juan 15, 5: Ahora, Padre, glorifícame tú Padre : junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese.
1 Pedro, 4, 11: para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén
Amén : Apocalipsis 3, 14: Así habla el Amén, el Testigo fiel y veraz, el Principio de la creación de Dios). Isaías 65, 16: tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén, y quien jurare en la tierra, jurará en el Dios del Amén

La Misa está llena de oraciones que se dirigen a Dios Padre....y todas terminan cumpliendo una enseñanza bíblica:

Oraciones de la Santa Misa (“Oremos”)


Todas las oraciones que se dirigen a Dios en la Misa, terminan de la siguiente forma: “Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén” :
Juan 16, 23: En verdad, en verdad os digo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dará...

Liturgia de la Palabra

Hasta ahora, el celebrante y el pueblo fiel no han hecho otra cosa en la Misa que orar y cantar, como para preparar los corazones para la gran Acción; en adelante la Iglesia va a dirigirse especialmente al entendimiento, al que va a suministrar el alimento sólido y necesario de la palabra de Dios, proclamada en las lecturas y explicada en la homilía.

En los días ordinarios, la primera lectura está tomada Antiguo Testamento, de los Hechos de los Apóstoles o de las epístolas o del Apocalipsis.

Posteriormente se lee o se canta un Salmo.

En los días festivos y domingos, tras el salmo sigue la segunda Lectura, que es una Epístola de algún Apóstol.

Seguidamente se canta el aleluya (esta palabra aparece unas 26 veces en la Bilia, sea en el AT como en el NT [Salmos 104-106; 111-113; 115-117; 135.146-150Apocalipsis 19,1: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro.


La liturgia de la palabra culmina con la proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.

Después de la homilía, todos juntos proclamamos Fe en Nuestro Señor Jesucristo, en el Padre y en el Espíritu Santo...y todo eso, usando la Biblia: