Leer, no hace daño. Sólo duele el mal uso de lo aprendido, o el uso de lo mal aprendido, como queramos llamarlo...
Leer, no hace daño. Sólo duele el mal uso de lo aprendido, o el uso de lo mal aprendido, como queramos llamarlo...
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3