Para todos los que quieren anular la ley del Evangelio y les digo:
Palabras de Jesucristo.
Porque este pueblo se acerca a mí con su boca y en sus labios me honran, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres, que les ha sido enseñado.
Isaías 29 -13.