La religión verdadera no sigue biblias, solo sigue el Evangelio...

[Porque25]

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LA RELIGIÓN VERDADERA NO SIGUE BIBLIAS, solo sigue el Evangelio...

Religiones judías, mahometanas, "judeo-mesianicas", de los "testigos de Jehová", y otras religiones parecidas imponen sus biblias para anular el Evangelio... Y es que los mandamientos del Evangelio no les interesan a ningún judaizante.

El Evangelio manda misericordia y perdón para todos, y esto es lo que menos quieren vivir muchas religiones impuestas por los señores de las guerras y de las penas de muerte...

Dios quiere misericordia y no sacrificios para los inocentes y los indefensos, y mucho menos los sacrificios humanos (las penas de muerte) que imponían los Judíos antiguos... Todos esos sacrificios estaban escritos en las leyes judías del viejo testamento, pero Dios no había mandado esos sacrificios...

Muchas religiones judías y judaizantes dicen que todos esos preceptos de muerte del viejo testamento judío son mandamientos de Dios, pero se olvidan que Jesucristo los abolió, y los abolió porque solo eran preceptos de hombres.

Jesucristo predicó y mandó predicar sólo el Evangelio... Pero muchos poderosos dictadores de las naciones, como los poderosos del imperio romano y otras religiones judías o judaizantes, que no amaban los misericordiosos mandamientos del Evangelio, nos impusieron sus biblias para dejar ahogada y mal entendida la enseñanza del Evangelio...

Dios había mandado desde el principio: NO MATARÁS... y los poderosos dictadores de las naciones, amparándose en las leyes de muerte y de esclavitud del viejo testamento judío, y en las cartas atribuidas a Pablo, impusieron las leyes de la esclavitud y de la espada...

Jesucristo no nos predicó todas las leyes del viejo testamento judío, ni nos mandó predicar todas las leyes del viejo testamento.... El viejo testamento contenía los mandamientos de Dios, pero ahogados entre muchos preceptos y tradiciones de hombres que Jesucristo abolió...

Jesucristo no nos mandó predicar todo lo escrito en las cartas atribuidas a Pablo, torcidas por los indoctos, mandó predicar solo el Evangelio: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura"...

Las cartas atribuidas a Pablo enseñan cosas misericordiosas, y también recuerdan algunos mandamientos de Jesucristo..., pero estos mandamientos de Jesucristo, quedan ahogados entre muchos preceptos que no son fieles a lo que manda el Evangelio..., las cartas atribuidas a Pablo en varios de sus puntos difíciles son una enseñanza diferente al evangelio de Jesucristo...

Posiblemente Pablo no fue el que escribió esos preceptos contrarios a lo que manda el Evangelio...

Jesucristo es Dios y Él sabía lo que había ocurrido con las leyes del viejo testamento, y también sabia lo que iba a ocurrir con las cartas atribuidas a Pablo... Y para que no fuéramos confundidos por todo lo que iba a ocurrir, nos predicó el Evangelio y mandó que se predicara por todo el mundo el Evangelio:

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16,15-16).

"Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo". (Mateo 4,23).

"Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí". (Mateo 11, 5-6)

Como vemos, Jesucristo mandó predicar el Evangelio por todos los pueblos, y el Evangelio nos advierte de los falsos profetas que iban a aparecer después de su ascensión a los cielos:

"Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).

"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles qu guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
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