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(Génesis 2:7) Y Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente.
(1 Corintios 15:45) Así también está escrito: “El primer hombre, Adán, llegó a ser alma viviente”. El último Adán llegó a ser un espíritu dador de vida.
(1 Pedro 3:20) que en un tiempo habían sido desobedientes cuando la paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, mientras se construía el arca, en la cual unas pocas personas, es decir, ocho almas, fueron llevadas a salvo a través del agua.
(Génesis 9:5) Y, además de eso, su sangre de sus almas la reclamaré. De la mano de toda criatura viviente la reclamaré; y de la mano del hombre, de la mano de cada uno que es su hermano, reclamaré el alma del hombre.
(Josué 11:11) Y se pusieron a herir a filo de espada a todas las almas que había en ella, dándolas por entero a la destrucción. No quedó cosa alguna que respirara, y él quemó a Hazor en el fuego.

Así que si no inventamos y leemos lo que dice las escrituras el alma es la misma persona
voo que todos esgrimen creencias de que si ,de que no,,dudan,,no lo saben,no se para que debaten,,la negacion no es argumento,,,hay quienes esgrimen un dios de muerte,,,una oscuridad total
LA primera vez que aparece la palabra alma lo hace en el libro de Génesis hace más de 3500 años. Así que todas las referencias se tienen que hacer a partir de lo que diga este libro. Todo lo demás son invenciones del hombre.

¿Cómo se creó el mito? “Los primeros filósofos cristianos adoptaron el concepto griego de que el alma es inmortal. Pensaban que Dios creaba e infundía el alma en el cuerpo al momento de la concepción.”
¿Qué dice la Biblia? “El alma que pecare, esa morirá.” (Ezequiel 18:4)
Las Escrituras describen así la creación de la primera alma humana: “Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma [en hebreo, néfesch] viviente” (Génesis 2:7).
La palabra hebrea néfesch, que se traduce por “alma”, significa literalmente “criatura que respira”. Cuando Dios creó a Adán, lo que infundió en su cuerpo no fue un alma inmortal, sino la fuerza de vida, que se conserva por medio de la respiración. Por lo tanto, cuando la Biblia habla del alma, se refiere al entero ser vivo. Y ¿qué ocurre si el alma pierde la fuerza de vida? Dicho sencillamente, muere (Génesis 3:19; Ezequiel 18:20).
Claro, cuando se adoptó la doctrina de la inmortalidad del alma, surgieron otras cuestiones: ¿Dónde va el alma tras la muerte? ¿Qué le sucede al alma de las personas malas? Todo esto dio lugar a la creación de otro mito: los malos son atormentados en el infierno.

Tal como dice Génesis, Dios creo al hombre del polvo y hacerlo un alma, no dice que le introdujo un alma. Antes de ser creado el hombre no era nada ¿Y que fue cuando murió?
(Génesis 3:19) Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás”.

O sea, el alma que era el hombre de nuevo volvería a ser de lo que estaba hecho, del polvo. Mira un muerto que lleva siglos enterrado y veréis que de verdad que es en eso en lo que se convierte.

Así que repito, todo lo demás que salga de lo que dice Génesis que fue quien dijo por primera vez esa palabra solo son especulaciones.