El agnosticismo no pretende negar a Dios, pero tampoco aceptarlo nada más porque sí.
Efectivamente asi es, y aún diría más, tal noción no es ni discutible en terminos estrictamente razonables, más si en adecuadamente filosóficos, aunque eso es ya otro tema.
En todo caso me apunto al "club". Yo me declaro agnóstico per secolorum.