IMAGINACIÓN BÍBLICA


Este es el inicio de mis creencias, no son bíblicas en el sentido estricto de la palabra, pero si que están basadas en mis lecturas y meditaciones sobre la Biblia y temas de Dios. Pretende responder a preguntas como por qué estamos en este planeta, por qué somos de materia, por qué Dios no nos da muestras más claras de su existencia, y por tanto de cual es el sentido de la vida.

Dios estaba solo, y se propuso realizar una obra inmensa, para la cual, necesitaría ayuda sin duda. Su primer objetivo fue la creación de unos seres que le ayudaran en esa obra tan enorme. Y su primer problema fue la imposibilidad de conocer a priori, si una criatura creada por ÉL, se mantendría fiel, o por el contrario, optarían por seguir el mal camino y separarse de Dios y de su obra. Dios ideó un plan, y se dispuso a crear a esos seres que le debían de ayudar en su obra.

Entre estos seres que Dios creaba, surgieron unos con mayores capacidades que otros, el primero que destacó, fue uno al que se le llamó Lucifer. Con el tiempo surgió otro, u otros.

Proverbios 8:22-23
El Señor me creó en el comienzo de sus obras, antes que comenzara a crearlo todo. Desde la eternidad fui constituida; desde el comienzo, antes del origen de la Tierra.


Todos estos seres, que Dios llamó ángeles, trabajaban en la obra de Dios, y Dios estaba muy satisfecho, sobre todo por el trabajo realizado por este segundo ángel, pues lo hacía por amor a Dios, y estaba entusiasmado con la obra de ÉL.

Proverbios 8:29-31
Cuando asignó su límite al mar para que las aguas no salieran de sus límites, cuando echó los cimientos de la tierra, yo estaba a su lado como arquitecto, y yo era cada día sus delicias, recreándome todo el tiempo en su presencia, recreándome en su orbe terrestre y encontrando mis delicias con los hijos de los hombres.


Pero mientras este segundo ángel todo lo hacía por amor a Dios, el primero, Lucifer, solo lo hacía por la obligación de obedecer a Dios, en todas sus ordenes, pero sin disponer de ningún interés, ni entusiasmo en la tarea que se le había asignado a realizar.

Génesis 4:3-7
Pasado algún tiempo, Caín presentó al Señor una ofrenda de los frutos de la tierra. También Abel le ofreció los primogénitos más selectos de su rebaño. El Señor miró complacido a Abel y su ofrenda, pero vio con desagrado a Caín y su ofrenda. Caín entonces se encolerizó y su rostro se descompuso. El Señor le dijo: “¿Por qué te encolerizas, te muestras malhumorado y vas con la cabeza baja? Si obraras bien, ¿no alzarías la cabeza?; en cambio si obras mal, el pecado está a las puertas de tu casa y te acosa sin que puedas contenerlo”.


Dios determinó poner a un ángel de entre ellos, al frente de los demás, y su elección recayó sobre este segundo ángel al que designó diciendo:

Salmo 2:7
Proclamaré el decreto que el Señor ha pronunciado: “Tú eres mi hijo, yo mismo te he engendrado hoy.


Salmo 45:8
Amas la justicia y odias la iniquidad, por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría con preferencia a tus compañeros.


Cuando puso al mando a este segundo ángel, le puso o le cambió el nombre por el de Miguel, y que significa Quien es como Dios. Y en el libro de Daniel, se le da el título de príncipe.

Daniel 10:21
Sin embargo te comunicaré lo que está consignado en el libro de la verdad. Nadie me presta ayuda contra ellos, excepto Miguel, vuestro príncipe.


Posiblemente, tanto por orgullo, como por soberbia, Lucifer no aceptó la supremacía de Miguel, y este último tampoco se muestra con autoridad sobre él, en los escasos versículos donde coinciden en la Biblia.

Judas 1:9
El mismo arcángel Miguel, cuando luchaba con el demonio disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a echarle una maldición, sino que dijo: Que el Señor te reprenda.

Mateo 4:10
Jesús le dijo: Retírate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás.


Mientras tanto, la envidia de Lucifer iba en aumento constantemente, viendo como Dios aceptaba gustoso las obras de Miguel, mientras que desestimaba las suyas. Cada día se amargaba más, y su propio estado de ánimo mostraba aquello que sentía, como ya hemos leído en Génesis 4:6-7 Tanta era la envidia que sentía, que decidió malograr la obra que Miguel estaba realizando, ¡Matarla!, y si no matarla, por lo menos malograrla, o pervertirla. Decidió manipular o enseñar algo a los humanos, que en un principio, no estaba previsto que tuvieran o supieran.

Génesis 3:4-7
Entonces la serpiente dijo a la mujer: ¡No, no moriréis! Antes bien, Dios sabe que en el momento en que comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.
La mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió; dio también de él a su marido, que estaba junto a ella, y él también comió. Entonces se abrieron sus ojos y se dieron cuenta de que estaban desnudos; cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos taparrabos.


Lucifer a quien se le cambió el nombre por el de Satanás, no solo manipuló o malogró la labor de miguel, si no que además planteó la idea que las criaturas creadas por Dios, ya fueran ángeles u hombres, podían vivir sin la necesidad de tener ningún Dios. Llegando a ser el primer anarquista, espiritualmente hablando. Muchos de los ángeles de Dios creyeron y siguieron a Satanás.


Como he dicho al principio, Dios no sabía a priori que criaturas creadas por ÉL serían fieles y cuales no lo serían, y que por lo tanto había creado un plan. Satanás al revelarse, no hizo más que poner el plan en funcionamiento.

Los ángeles de Dios, habían sido creados por ÉL, lo veían y conocían su forma de ser y de actuar, y sin embargo tanto Satanás como los ángeles que le siguieron, abandonaron a Dios. Ahora Dios elegirá a unos seres que le amen y que sigan por el camino de Dios, sin que ellos mismos tengan conciencia clara de haber sido creados por Dios, sin verlo, y sin tener ningún tipo de prueba objetiva de su existencia. Estos seres que sin conocerlo directamente, tienen que amar a Dios, su creador y amar la VERDAD, son toda sinceridad.

Juan 4:23-24
Pero llega la hora, y en ella estamos, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Porque así son los adoradores que el Padre quiere. Dios es espíritu, y sus adoradores han de adorarlo en espíritu y en verdad.


Dios ha dispuesto dos niveles o pactos distintos de salvación para la humanidad. El primer pacto, lo forman las personas que cumplen con los mandamientos de Dios, pero que disfrutan de los placeres de la vida, sin privaciones voluntarias. Pueden trabajar, tener familia, casa, coche, incluso ser ricos.

Mateo 19:16-17
Se le acercó un hombre y dijo: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para alcanzar la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué me preguntas acerca de lo que es bueno? El único bueno es Dios. Pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.


CONTINUA...