Cuando se habla mal de alguien, yo preguntaría ¿lo has vivido o te lo han contado?, damos una fe increíble a lo malo que se cuenta de alguien, en cambio no se da ninguna fe a que todo el mundo hable maravillas de ese personaje que es encantador, amable, simpático, entrañable. Si lo has vivido directamente me callo, pero si es contado por que das por cierto que era tan malo, según te haya dicho alguien y en cambio no crees en que le adornen todas esas virtudes que todo el mundo dice que tiene.


Es triste pero somos así y lo malo que se dice de una persona tiene fuerza de ley en cambio lo bueno se pone en duda. No tenemos más que ver los medios de comunicación, hablar mal de alguien es noticia y vende, hablar bien no tiene trascendencia. Lo bueno no es noticia. Desprestigia, aunque sea mentira, que algo queda.
.

En este mundo existe de todo, hasta la malicia de desprestigiar y calumniar a alguien a quien odies,



Que pena que aun sin carrera, todos nos erijamos en jueces.


El triple filtro


Un día, Sócrates se encontró con un conocido, que le dijo:
- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
- Espera - replicó Sócrates -, antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo "el examen del triple filtro".
- ¿Triple filtro? - preguntó el otro.
- Correcto - continuó Sócrates -, antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Por eso el nombre.

- El primer filtro es la VERDAD: ¿estás absolutamente seguro de que lo que me vas a decir es cierto?
- No - dijo el hombre -, realmente sólo escuché sobre eso y...
- Bien - dijo Sócrates -, entonces realmente no sabes si es cierto o no.

- Ahora apliquemos el segundo filtro, el de la BONDAD: ¿es algo bueno lo que vas a decirme?
- No, al revés...
- Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro de que sea cierto.

- Aún así, todavía podría querer escucharlo porque queda un filtro, el de la UTILIDAD: ¿me servirá de algo saber lo que me vas a decir de mi amigo?
- No, la verdad es que no.
- Bien - concluyó Sócrates -, si lo que deseas decirme no es cierto ni bueno, e incluso no me es útil, ¿para qué quiero saberlo?

Usa el triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno de tus amigos o conocidos. La amistad tiene un valor incalculable, nunca pierdas a un amigo por un mal entendido o un comentario sin fundamento