Iniciado por
Tostón
Muy avanzado en la quinta década de vida, aún tengo la debilidad (virtud) de sorprenderme de la anatomía femenina. Al pasar junto a una bella, a quien he admirado por 10 segundos de frente, he adivinado y tormentosamente sé que no podré evitar volverme, cuando ya ha pasado junto a mí, y admirar esa parte de su cuerpo. Entonces, me felicito, pero también me apena mi debilidad. Finalmente, debo agradecer a la vida la oportunidad del gozo y retomo el reto de vencer mi debilidad la próxima vez que aparezca ante mí una diosa de esa calidad.