de los llamados "buenos modales"...

[Jaume de Ponts i Mateu]

Tuve -que recuerde, of course- mi primer déjà-vu (ya me habían hablado de lo que era en el insti) durante la fiesta que ma iaia, a.c.s., organizó para celebrar que ya era todo un bachiller de Letras. Fué la primera y única vez que en mi vida ví a ma iaia, a.c.s., y a ma mare, a.c.s., a menos de kilómetros y la segunda y última vez que, tras la separación de mis padres, se vieron. Ma mare, a.c.s., había AMENAZADO con presentarse si no era invitada y de nada había servido que yo, por propia iniciativa, me hubiese ofrecido a celebrarlo antes con ella donde ella quisiera y como ella quisiera. Lo había intentando repetida y esforzadamente..; aunque, ya por entonces estaba capacitado para comprender que NO era celebrar nada conmigo lo prioritario para ella.

NO se cortó en ná.

Aprovechó al MÁXIMO los maravillosamente atractivos, aún fascinantes para cualquiera dones de la Naturaleza que JAMÁS agradeció a NADIE, su forrado bolsillo y su trabajado goût para DESLUMBRAR a, sí, todas y todos los/as invitados/as y, así, lograr su objetivo: EMPEQUEÑECER a "la vella". ¡Ay!; a todo pasado me ESTREMEZCO de, por conseguir su objetivo, lo dispuesta que estaba a que los que tuvieran mal fondo disfrutaran con el espectáculo que, gratis, les daba y los que tuvieran buen fondo sintieran lástima de quien estaba dispuesta, por sus miserias, a ser estimada por más de dos y más de tres una detestable y hasta insufriblemente vulgar huésped ¡delante de su propio hijo!

Ma iaia, a.c.s., por entonces, ya no tenía buena salud... Pero, ¡ah, la masa ante el fulgor del señuelo!, ni siquiera eso le permitió rapiñar algo más que el saludo, la cortesía al paso... ¡Hasta sus amigas perdían la noción del tiempo aleladas escuchando "coses de Barcelona" y lo bien que iba a estar yo ahora -pues se había decidido que, ya que iba a hacer la carrera en el Cap i Casal, me instalase con ma mare, a.c.s. (debo decir que yo fuí quien MÁS insistí en que fuese así y ma iaia, a.c.s.; bueno..; ya he dicho que ya no gozaba de buena salud y ya no era lo que había sido...)-!

¿Saben?; la farinera entonces estaba ya para cerrar..; aunque, mon iaio, a.c.s., y su socio, malgré NO era lo que les aconsejaba su abogado, esperaron a hacerlo dos años más a que se jubilara el último de sus trabajadores (actualmente, después de haber pasado por varias manos, pertenece a no sé quién; en el otrora enorme huerto ya no quedan ni los árboles frutales, todo dos naves industriales; nuestro otrora home ya NO existe; la otrora coqueta casita del escribiente y su familia es un almacén...). El taller de mon pare, a.c.s., pasaba por una mala época y había tenido que buscar un socio capitalista (que, no había hecho que las cosas fueran mucho mejor). Ma iaia, a.c.s., por tanto, NO pudo estar a la altura ¡de los regalos de ma mare, a.c.s.!; y, menos evitar tener ¡hasta que alegrarse por mí! de tener una nuera tan incuestionablemente potentada.

Porque, ma mare, a.c.s., explotó también al MÁXIMO esta posibilidad de VENGANZA.

No: entonces, damas y caballeros, yo no profundizaba tanto y, sinceramente, sólo estaba ya super-incómodo ¡que no se olvidara todo y se dejaran de miraditas con lo felices que éramos todos ya todos juntos! Lo que es la ingenuidad king size aún, sí...

¡Ni siquiera pillé entonces que aquella llamada del segundo marido de mi madre NO era por algo imprevisto en el restaurant y que, a pesar de los desesperados intentos de Anna, insistir en contestarla en el salón NO había sido por, como había dicho, "estar en familia"!

Mais..; el ABRACADABRA del primer déjà-vu que recuerdo en mi vida SÍ lo pillé.

Todo quisqui intentaba hacer ver que no se había enterado..; incluso yo, por supuesto. Pero, sí: a un comentario intranscendente sobre lo que me gustaba y lo que no, alto y claro, ma mare, a.c.s., le había dicho a ma iaia, a.c.s., que ella NO sabía porque yo NO era hijo de ella sino suyo; y, no satisfecha con eso, le había mirado fijo a los ojos sonriendo gozosa y le había preguntado silabeando con satisfecha firmeza si acaso NO lo entendía.

Ma iaia, a.c.s., NO se dió por aludida y ma mare, a.c.s., ARDIÓ de impotencia mientras los platos cambiaban y se hablaba de otras cosas... Ella, pues, también se apagó, olvidó y bajó la guardia.

Ni yo pensaba en ná ya cuando ma iaia, a.c.s., que había conseguido finalmente ¡hasta la curiosa y ya despreocupada atención de ma mare, a.c.s.! en torno a las histoires que les contaba cuando era niña la gouvernante, comentó que quizá nunca había contado aún a su nieto la histoire del anciano un día con buena salud y ya con algo más que reuma que tomaba el sol a las puertas de su ciudad.

Yo, que ya sabía CUÁNTA verdad había tras las histoires de aquella gouvernante de que con tanta frecuencia hablaba ma iaia, a.c.s., dije que no la recordaba; y, todo quisqui se aprestó a escuchar a la siempre digna de escuchar señora de Ponts (traduzco su impecable catalán con una sombra de deje gironès a la lengua del imperio que ella no hablaba JAMÁS si podía evitarlo, s&#237:

-"Un día llegó uno a las puertas de la ciudad... El anciano vió que se tomó su tiempo en componerse y atildarse antes de, procurando no quitarle ni un rayo del sol que tomaba, sonreírle, presentarse y ofrecerse a ayudarle en lo que pudiera pues, explicó, acababa de llegar y no deseaba se pensase venía sólo a pedir sin, previamente, dar. El anciano, sin mirarlo ya más, le preguntó qué le había llevado a las puertas de su ciudad y, también, la opinión que le merecían sus otrora vecinos; él le contestó que a las puertas de la ciudad del anciano le había llevado, en fin.., las cosas de la vida; pero, que estaba dispuesto a hacer todo lo posible para ser, al menos, aceptado y luchar para merecer ser querido. ¿Sus otrora vecinos? Eran unas personas estupendas y muy honradas que le habían hecho el honor de aceptarlo y hasta, le constaba.., querido y habían lamentado como una pérdida insubstituible tuviera que irse. El anciano le contestó que estaba seguro NO le sorprendería que en su ciudad fuesen igual. Pasó el tiempo y llegó otro a las puertas de la ciudad... El anciano constató que ni siquiera se lavó para no apestar a sudor antes de, sin fijarse ni importarle si le quitaba o no el sol que estaba tomando, preguntarle por las buenas aunque educadamente al anciano si le merecía la pena a alguien como él instalarse en su ciudad ya que tenía intención de hacerlo; porque, ¡ya estaba HARTO de los ladrones y malnacidos vecinos que tenía en la ciudad de donde una bronca lo había hecho irse! y que no habían merecido jamás de los jamases ni su atención ni su respeto porque NADA le habían dado NUNCA y estaba seguro se habían felicitado groseramente de perderlo de vista. Sin volverlo a mirar ya más, ep!, el anciano le contestó que estaba seguro NO le sorprendería que en su ciudad fuesen igual. ¡Ah!; la diferencia entre ser y, las más de las veces SIN éxito.., intentar VORAZMENTE parecer como si fuese posible que CUALQUIERA con no más dos dedos de frente NO viera qué hay detrás de, incluso, los llamados "buenos modales"; esas apresuradas e impacientes galas de las satánicas ZORRAS disfrazadas de corderitas..."

NO: ¡yo nunca había visto a ma iaia, a.c.s., y a ma mare, a.c.s., juntas hasta aquel día!

¿Por QUÉ, pues, todo fué un déjà-vu?

¿Por QUÉ, aunque era la primera vez que las veía face to face, la faz de ma mare, a.c.s., mutada en feroz BESTIA acorralada, la faz de ma iaia, a.c.s., CESÁREA hasta el latigazo, puro mármol, y las de quienes estaban a la mesa y la de Anna, musitando -SURE: eran pestes- asomada, me sonaron ya TAN vistas, ya TAN repetidas, ya TAN conocidas, esperadas y habituales?

Al poco, mes amis/es, un profe que me lo puso a huevo me contestó diciéndome era sabido que no más sabíamos de menos de un 1% de los procesos cerebrales y que los classiques hablaban de maldiciones que un día cualquiera se hacían patentes en quien incluso desconocía descendía de quienes habían sido malditos hasta el último resto de sus descendencias.

SÍ: he llegado a la conclusión que he sido ¿bendecido? con un entorno familiar en el que se hace carne y sangre el vertiginoso, el espeluznante ABRACADABRA de los déjà-vus.

Y, con ello, me ha resultado palmariamente más fácil que para otros/as cubicar que la VENDETTA está santificada y es la hermana de la DIGNITAS y que las inmortales viejas hechiceras a quien la chusma tiene por divinidades que protegen a los/as vengativos/as son las parias olimpicas par excellence y NINGUNA diosa las invita y NINGÚN dios las saluda.

¡Qué difícil constato es para quien no ha tenido una family como la mía -es decir, donde NO se ocultaba que una cosa eran los modales y otra cosa los llamados "buenos modales"- discernir cuándo es Νέμεσις, la PRIMORDIAL a quien la corte olímpica se allana, la que conjura el ABRACADABRA del déjà-vu y cuándo no más son las perras χθόνιαι θεαί quienes están detrás de otro alucine más de los que se buscan como excusas para intentar saciar, a costa de lo que sea, tan personales e intransferibles como, no por quizá justas, menos egoístas venganzas!

Siempre, en cualquier caso, a su disposición.

Jaume de Ponts i Mateu